Alejandro Vassilaqui, director ejecutivo de CEDRO, estimó que es una buena oportunidad para que los familiares de los jóvenes detenidos en Malasia por el delito de tráfico ilícito de drogas, TID, se involucren en la lucha contra las drogas y sirvan de ejemplo para que los demás jóvenes del mundo no se involucren en el proceso de conseguir dinero fácil.
El representante de CEDRO envió sus palabras de dolor a los familiares de Reyes Amasifuén Tello, joven de la región San Martín condenado a muerte por TID en Malasia, país asiático que ve con suma preocupación el problema de las drogas y aplica las penas máximas para quienes infringen las reglas.
«Mi simpatía está con sus familiares, pero mi preocupación se encuentra con cientos de miles de jóvenes en el mundo que caen en la adicción y terminan sus vidas. Es una buena oportunidad para que familiares de estos jóvenes se involucren en la lucha contra el TID en sus lugares y sirvan como ejemplo para que los jóvenes peruanos y de la región sepan que hay necesidad de no involucrarse en acciones ilegales», recalcó.
En diálogo con INFOREGIÓN, Vassilaqui señaló que la labor de nuestra Cancillería es abogar por los problemas de los peruanos, «aun de aquellos que en el exterior se encuentran involucrados en tremendos delitos como el TID»,
Fue al comentar el pedido de los familiares para que el Gobierno peruano pida al Sultán de Malasia la conmutación de la pena de muerte por otra menor.
Respecto a la drasticidad de la pena, Vassilaqui recordó que cuando Mao Tse Tung asumió el poder de China, enfrentó los terribles problemas de producción ilícita de amapola, del opio, uso de heroína y tráfico ilícito de drogas con el ajusticiamiento de quienes delinquían.
«Mucha gente fue ajusticiada, la mayor parte del problema del consumo de heroína que estaba diezmando a ese poderoso país, fue eliminado», dijo.
El representante de CEDRO también mostró su indignación por el uso de niños en el envío de droga, refiriéndose al caso concreto del niño peruano detenido en Italia llevando clorhidrato de cocaína procedente de Perú.
Agregó que los narcos «caen en la presunción de que al niño no le va a pasar nada, es muy difícil dividir entre el niño y su familia, puede suceder que en algún caso el niño sea engañado en el aeropuerto para llevar algo, pero en la mayoría de los casos, tengo el temor que algunas familias no escatiman en usar a sus hijos con el objeto de conseguir recursos ilícitos».
Por esa razón, instó a «entrar en una enorme campaña para que el Perú entre en la legalidad y para que las familias peruanas puedan realmente educar a sus hijos dentro de un ambiente de legalidad, de respeto a la ley».
Por ello las instó a no consumir drogas y evitar involucrarse en algún tipo de actividades antisociales como pandillas. «Esta es la gran campaña nacional que debemos trabajar a futuro» recalcó.