La abrupta caída del techo de una vivienda que era demolida para dar paso a la construcción de otro edificio estuvo a punto de causar una tragedia en el cruce de la avenida Tito Jaime con el jirón Aucayacu.
El hecho ocurrió a las 10 de la mañana, cuando por suerte los obreros habían salido para realizar otras tareas, lo que evitó se produjeran víctimas que lamentar.
Según se pudo saber, la obra no era dirigida por personal técnico especializado, pues los trabajadores, que carecían de equipos de protección personal, habían debilitado la estructura picando incomprensiblemente las paredes y columnas, lo que hizo que el techo de concreto se viniera abajo.
El enorme ruido causado por la caída asustó a los vecinos. Las viviendas más próximas a la obra sufrieron daños, como rajaduras y forados pues el peso de la construcción caída se inclinó sobre las paredes ocasionando presión.
Luego de unos minutos llegaron al lugar funcionarios de la Municipalidad Provincial, que se limitaron a dar algunas recomendaciones a la propietaria y observar la ausencia del ingeniero residente que debería haber estado en la obra.