Carmen Masías, presidenta de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA), pidió que se apliquen sanciones drásticas contra aquellas personas que utilicen a los menores de edad en la comercialización de estupefacientes.
Abogó por una intervención rápida de las autoridades pertinentes y establecer los mecanismos necesarios para que se imponga penas severas a los adultos que utilicen a menores de edad para esos fines, «porque afectan su formación y proyecto de vida».
Con relación a las informaciones publicadas en medios de comunicación sobre el uso de menores en estos delitos, señaló que se trata de un hecho condenable.
Manifestó que, lamentablemente, en casi todos los países se registra un incremento del consumo de estupefacientes en los colegios.
En tal sentido, pidió un mayor énfasis para hacer frente a ese problema e invocó también a las autoridades locales a fortalecer las campañas de prevención y destinar fondos para prevenir el uso de estupefacientes en los jóvenes del país. Sin embargo «la familia y las escuelas son los lugares naturales para la prevención y revertir esa situación», según dijo.
Masías añadió, asimismo, que el secuestro de niños por remanentes subversivos en zonas alejadas de la selva es un “crimen de lesa humanidad” que debe ser condenado y castigado con total severidad.
“Debería haber muchísimas más sanciones para todos estos casos, además hay que considerar en ciertas circunstancias separar a los padres, porque se debe ver el bien superior del niño y si el niño es usado con fines criminales, obviamente que el Estado es el responsable (de protegerlos)”.
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