El diario «El País» informó sobre la carta de protesta del capitán del buque italiano Mare Doricum -que descargaba petróleo brasileño para una refinería operada por Repsol- en la que acusa a Repsol de incurrir en nueve fallos tras el derrame de crudo del sábado 15. Como se recuerda, dicho desastre ambiental ya afectó a 21 playas de la costa peruana, incluidas dos áreas naturales protegidas. Los efectos, además del ambiental, son graves pues se ha perjudicado a las actividades pesquera y turística.
«El País» reportó que tuvo acceso a la carta de protesta del capitán del buque-tanquero dirigida a Repsol Trading Houston y a Refinería La Pampilla. Allí deja constancia de nueve irregularidades y malas prácticas cometidas por la empresa desde que advirtieron el derrame. De acuerdo a Pisani, Repsol dijo al personal del buque que la contaminación estaba bajo control, pero él y su tripulación constataron que la barrera de contención que colocó el operador de la refinería “no tenía suficiente longitud para cubrir el perímetro del buque”.
Un informe del regulador del sector energético, que el lunes 17 visitó el lugar donde ocurrió la fuga, registró solo 500 metros de barreras de contención del crudo. El tanquero tiene 272 metros de longitud. El capitán del buque también dio parte de que la empresa se negó a decirle la cantidad de crudo que descargó, lo que habría permitido calcular el volumen preciso de la fuga, y tampoco le proporcionó la plantilla del control de horario de la faena, informó «El País».
La tarde del sábado 15, Pisani pidió a un práctico de una embarcación de Repsol que subiera al buque, “para colocar el navío en posición”, pero el tripulante encargado de las maniobras abordó siete horas después. Además añade que hasta la madrugada del día siguiente del derrame, los operadores de la refinería no habían hecho operaciones de buceo “para verificar el estado de la manguera flotante que causó el derrame”. Incluso describió cómo su nave estaba llena de petróleo.
El capitán del Mare Doricum preparó la carta de protesta el domingo, sin embargo, los representantes de La Pampilla se negaron a recibir el documento, relató Pisani a los participantes en la reunión. Luego de la averiguación que hicieron los ministros y el congresista Edward Málaga en el buque, Ramírez dijo a la televisión estatal: “Según refiere el capitán, el tema (causa de la fuga) no era tanto por el oleaje. Estas naves tienen un gran peso -una calada de tres cuadras- y un oleaje no suele hacer mucha incidencia. Y también ha deslindado responsabilidad: la nave tiene responsabilidad desde la conexión (de las válvulas) hacia adentro del buque, lo que conecta mar adentro es responsabilidad de la empresa”, explicó el ministro de Ambiente.
El mar estuvo calmo, pues el viento no superaba los dos nudos esa tarde, relató Pisani, quien refirió que su tripulación es testigo de sus afirmaciones. El buque, que traía una carga de 987.672 barriles de crudo ligero de Petrobras, sigue en la costa del Callao, respetando una orden de no zarpar impuesta el viernes pasado por la Dirección de Capitanías, a no ser que presente una carta fianza de 39 millones de dólares. La noche del martes, el ingeniero peruano Enrique Herrera destacó que todas las compañías de hidrocarburos colocan la barrera de contención de crudo en el mar por precaución “antes de que inicien las operaciones” de descarga, pero que Repsol no aplica esa práctica en ninguna de sus cuatro terminales de la refinería La Pampilla.
Fuente: «El País»
Los comentarios están cerrados.