En un ambiente de quejas, recriminaciones e insultos de grueso calibre, terminó el Primer Congreso de Cuencas Cocaleras, que tuvo como escenario la plaza de armas de Tocache.
La cita, programada para las 8 de la mañana se inició cuatro horas después, bajo un sol inclemente que caldeó aún más los ánimos de los aproximadamente 500 campesinos cocaleros y otros dirigentes reunidos, pero que no contó con el más esperado de todos: Nelson Palomino.
El desorden cundió casi desde el inicio, cuando el alcalde provincial de Tocache, David Bazán acusó amargamente a la congresista Nancy Obregón de vivir cómodamente con su sueldo y prerrogativas de parlamentaria, olvidándose de sus responsabilidades con el pueblo de Tocache que la eligió.
Sus palabras fueron interrumpidas de inmediato por la parlamentaria andina Elsa Malpartida quien violentamente le arrebató el micrófono y, a voz en cuello, lo llamó traidor y lo amenazó con expulsarlo del cargo.
En ese mismo estilo, uno a uno diversos dirigentes cocaleros locales expresaron sus frustraciones y se acusaron mutuamente sobre la situación actual del movimiento.
La congresista Nancy Obregón mantuvo un perfil bajo y, a diferencia de otras oportunidades, esta vez casi no hizo uso de la palabra. La cita concluyó desordenadamente, sin llegar a adoptar acuerdos concretos.