Canciller señala que Gobierno peruano respeta el uso tradicional de hoja de coca

El canciller José Antonio García Belaunde manifestó que el Perú respeta el uso tradicional de la hoja de coca y anunció que el gobierno emitirá de manera pública la nota que ha entregado a las autoridades de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), organismo de las Naciones Unidas, sobre este tema.


 


La JIFE recomendó a través de su informe anual en el 2007 que el Perú y Bolivia dicten medidas internas para prohibir la práctica de masticar la hoja de coca, así como el uso de esa planta en la fabricación de productos destinados al consumo masivo.


 


García Belaunde recalcó que ya han señalado “ahora en Viena a la Junta Internacional de Control de Estupefacientes de la Organización de las Naciones Unidas que el Perú sigue respetando el uso tradicional de la hoja de coca». Agregó que este primer informe será presentado al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.


 


Recordó que durante el primer gobierno de Alan García se presentó una situación similar, pero que se recordó a dicho organismo internacional que «con la nueva Convención de Viena hicimos la salvedad de que íbamos a respetar el uso tradicional que se hacia en el Perú de la Hoja de Coca», indicó a la prensa.


 


Consideran inaplicable recomendación de la ONU


Por otro lado, Julio Jara, presidente del Directorio de la Empresa Nacional de Coca (ENACO), consideró inaplicable la recomendación de las Naciones Unidas para prohibir el masticado de la hoja de coca en nuestro país debido al reconocimiento, por un tratado internacional, del uso tradicional de dicha planta.


 


Se trata de la Convención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes firmada en 1988 y aprobada por resolución legislativa el 22 de noviembre de 1991, recalcó.


 


Agregó que este tratado constituye el marco principal de cooperación internacional sobre el tráfico ilícito de drogas y en él se incluyó un artículo por el que se reconocía los usos tradicionales de la hoja de coca en lugares de tendencia histórica, por lo que con esta disposición se reconoció implícitamente el chacchado.