25 campesinos que padecen de alguna discapacidad, procedentes del distrito de Molinos, provincia de Pachitea, arribaron hasta el Hospital Regional Hermilio Valdizán para recabar un certificado médico que los acredita como tales, con el objetivo de facilitarles el acceso a algunos beneficios que por ley les corresponde.
Luego de más de una hora de viaje, los comuneros se reunieron por largo tiempo en los pasillos del nosocomio regional, debido al desconocimiento sobre cómo funciona la burocracia del hospital y a las descoordinaciones con el personal médico. Finalmente, todos fueron atendidos.
Al no contar varios de ellos con silla de ruedas, y teniendo algunas limitaciones físicas para caminar, sus familiares se vieron obligados a trasladarlos en colchas y frazadas en el interior del nosocomio regional. Aunque los representantes de los discapacitados manifestaron que se encuentran contentos con el “logro” obtenido, se quejaron de que las autoridades locales no les brindan las facilidades y los beneficios que les corresponde por ley.