Cambio climático: Las olas de calor en los océanos serán peores

El calor en el mar aumenta

Las mediciones satelitales de temperatura que se realizaron durante los últimos 40 años arrojan resultados muy desalentadores, ya que demuestran que las olas de calor que experimentan los océanos casi se han duplicado y que la tendencia apunta a un empeoramiento de la situación.

La realidad es que las actuales olas de calor que sufren los océanos son cada vez más frecuentes, duraderas y extensas en tiempo y área de influencia, un cambio que evidentemente no tiene nada de natural y que no puede achacarse a los cambios climáticos cíclicos que sufre el planeta. Los expertos aseguran que casi el 80% de estos eventos son consecuencia del accionar humano.

Las actuales predicciones sitúan entre los 3.5 y los 2.4ºC (sobre los niveles preindustriales), el aumento global de las temperaturas a finales del siglo XXI, unas cifras muy superiores al objetivo de 1,5ºC acordado en la COP21 de París, en 2015. Esto dispararía la frecuencia y gravedad de las olas de calor en los océanos, de manera desmesurada y altamente preocupante.

Calor oceánico global

El calentamiento global antropogénicamente inducido es evidente en todo el mundo. Las olas de calor terrestres como la que afectó a la Península Ibérica y a gran parte de Europa en 2015 y que duró casi un mes son parte de dicha evidencia, pero también lo son las que experimentan los océanos.

Prueba de ello son episodios como el de 2014/15, durante el cual una enorme mancha de aguas cálidas que migró del noreste del Océano Pacifico hacia las costas de California y acabó con la vida de miles de nutrias y leones marinos, además de interrumpir la actividad pesquera. Otro de los fenómenos que tuvo consecuencias tan nefastas como globales fue el de El Niño de 2015 a 2016, un evento que devastó enormes zonas de arrecifes de coral casi en cada punto del planeta

La culpa es nuestra

Los océanos sufren olas de calor que afectan a los ecosistemas y el cambio climático está empeorando esta situación, agravándolas en frecuencia e intensidad. Los científicos temen que este calor tan intenso pueda afectar a las cadenas tróficas, alterando su naturaleza y obligando a la biota oceánica a soportar unas condiciones que podrían resultarles letales.

Pero no solo somos culpables del calentamiento global que afecta a los océanos, sino también de sus graves niveles de contaminación por plásticos, tóxicos, petróleo, materiales radiactivos y un largo etc. Si lo que pretendemos es acabar con ellos, estamos haciendo un trabajo magnífico. Seguimos siendo los peores vecinos de planeta posibles.

Fuente: Ecoticias