Cambio Climático dejará sin agua a 77 millones de latinoamericanos

Latinoamérica será una de las zonas más afectadas por el cambio climático porque a pesar de solo emitir el 6 por ciento de los gases de efecto invernadero causantes del fenómeno, unas 77 millones de personas tendrán severos problemas con el suministro de agua.


Así lo señala una de las conclusiones del informe elaborado por el Banco Mundial y presentado por la vicepresidenta de esta entidad para América Latina y el Caribe, Pamela Cox, en el marco del Congreso Mundial de la Naturaleza.


Cox alertó, además, en la cita que el cambio climático tendrá consecuencias «devastadoras» no sólo para el medio ambiente y la economía de estos países, sino también para la salud de cientos de millones de personas.


Zonas rurales y costeras las más vulnerables


En otro momento, Cox destacó la «vulnerabilidad» sobre todo de las zonas rurales (las más pobres y dependientes de la agricultura) y de las costas (ante el crecimiento del mar), e hizo especial hincapié en el problema derivado de la escasez de agua ya que el aumento de las temperaturas provocará el deshielo de los glaciares andinos (que podrían desaparecer en una década), de los que dependen numerosas comunidades y ciudades.


La vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina y el Caribe puso como ejemplo el riesgo que corre el abastecimiento de grandes capitales como Bogotá o Quito, ciudad esta última que se estima debería destinar 100 millones de dólares para garantizar en breve su suministro.


Consecuencias del cambio climático


La falta de agua potable y el aumento de las temperaturas supondrán además una extensión de determinados enfermedades de tipo tropical, como la malaria, el paludismo (que tan sólo en Colombia ha pasado en dos décadas de 400 a 100.000 casos) o el dengue (en México, Brasil, Perú y Ecuador), y otras patologías infecciosas.


A todo ello, se suma el incremento de las catástrofes naturales: mayor intensidad de los grandes huracanes -como el Katrina-, provocando pérdidas multimillonarias, que difícilmente podrán asumir países en desarrollo, sin contar además con el número de víctimas humanas que suelen conllevar.


Además, si continúa creciendo el nivel del mar, algunas ciudades ribereñas comenzarán a tener graves problemas, como la colombiana de Cartagena.


Economía también será afectada


La representante del Banco Mundial apuntó, más adelante, «lo cruel e irónico» que resulta que aquellos que no tienen casi ninguna responsabilidad en generar el problema sean al mismo tiempo los más vulnerables y lo que menos recursos tienen para adaptarse.


En este sentido, la alta producción de estos países de energía hidroeléctrica se verá repercutida por la falta de agua, y deberán destinar grandes inversiones a otro tipo de producción, una renovación que además se produciría en un momento de crisis económica, que dificulta cualquier financiación local o internacional.


El informe destaca la repercusión que el aumento de las temperaturas y de los cambios de climatología puede tener en la biodiversidad de la región, en donde se encuentran cinco de los diez países con mayor variedad de fauna y flora del planeta, especialmente en la vertiente oriental de la Cordillera de los Andes.


También la «agonía» de los bosques tropicales, que podrían disminuir hasta un 80 por ciento si las temperaturas suben entre 2 y 3 grados, la disminución de los arrecifes de coral en el Caribe, o la desaparición -antes del 2050- de hasta el 25 por ciento de las especies de mamíferos de México.


Igualmente, el cambio climático tendrá un efecto directo en la economía agrícola de Latinoamérica, uno de los graneros del mundo, que verá cómo se reduce la superficie utilizable por determinados cultivos, con una pérdida de la producción y, por consiguiente, de empleo.