CALLAO. Después de dos días de seguimiento y un arduo trabajo de casi seis horas, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) comunicó, que a través de la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (Atffs) Lima, se logró capturar a un mono machín que deambulaba por las calles y techos de las casas de la cuadra 9 de la avenida Sáenz Peña, en el Callao.
Los especialistas del Serfor junto con el apoyo de la Policía Nacional del Perú pudieron recuperar a este animal, mediante una malla denominada “cazamonos”, cuando este se encontraba bajo los efectos de unos sedantes colocado estratégicamente en sus alimentos.
El Serfor señaló que el mono es de la especie machín negro (Sapajus macrocephalus) y tiene menos de un año de edad. Asimismo, según las primeras evaluaciones, encontraron que su estado sanitario es regular, pues tiene parásitos y lesiones en la piel.
A fin de continuar con su evaluación, el machín fue trasladado a las instalaciones de Serfor, en donde pasará por un período de cuarentena para que los especialistas puedan determinar cuándo se hará su traslado a un centro de cría en cautiverio, ya sea en Lima o en otro departamento del país.
El Serfor recordó que el hábitat del primate es la Amazonía, por lo tanto, se ha determinado como una víctima del tráfico ilegal de fauna silvestre, mediante la cual son extraídas de la naturaleza para lucrar con ellas y venderlas como mascotas. Se sabe que para que un mono llegué a la ciudad, nueve han muerto en el camino, producto de las pésimas condiciones en las que son transportados.
Se agregó que esta situación, además de atentar contra el bienestar del animal, es perjudicial para la salud de los humanos porque podrían transmitir enfermedades, además de ocasionar mordeduras. Por eso, se implementa la campaña “Si compras, eres cómplice» para reducir el comercio ilegal de fauna silvestre. Pues, la posesión no autorizada de fauna silvestre es una infracción a la normativa que es sancionada con multas que fluctúan entre 0,1 y 5000 UIT, además puede ser reprimida con pena privativa de libertad de 3 a 5 años, informó el Serfor.