Caficultores del Cusco proponen creación del Instituto Nacional del Café

Los tiempos cambian. Hay épocas en que cae la lluvia y hay épocas en que no. En las montañas de Quillabamba a veces sopla un viento frío y hay neblina. Otros un hermoso sol viste de colores las plantaciones de café y caco. A pesar que el valle de La Convención es propicio para estos cultivos, los cambios climáticos causan preocupación entre los agricultores.

Esta situación ciertamente no los amilana, los motiva; y los lleva a felices coincidencias, como el compromiso de generar una agenda política para implementar el manejo sostenible de las fincas de café y cacao en sus zonas.

De esta manera representantes de ocho “Centros Rurales de Formación en Alternancia” de Echarati y Quellouno, en el Cusco, decidieron trabajar con un objetivo común: la sostenibilidad del café; asumiendo como propios el proceso, los resultados y los acuerdos tomados a favor de la sostenibilidad del café, un cultivo exitoso que sin embargo atraviesa momentos difíciles.

SOLUCIONES SOSTENIBLES

Es así que representantes de 25 instituciones públicas y privadas, productores y exportadores, involucrados en la cadena productiva y venta del café, trabajaron en agosto pasado para encontrar respuestas a la problemática de la caficultura en el Cusco, y en la elaboración de manera participativa del plan estratégico que oriente el desarrollo competitivo de este importante cultivo en la región.

La actividad se hizo en el marco de un evento organizado por la Mesa Técnica del Café y Cacao en Quillabamba, con el apoyo de los coordinadores técnicos, las ONG Rainforest Alliance y Aider, congregando a más de 200 personas.

Los temas abordados fueron el material genético del café como un punto de partida para la renovación de las plantaciones, desarrollo de tecnologías de producción del café basado en los principios de la sostenibilidad en toda la cadena de producción y comercialización, establecimiento de mecanismos de mitigación y adaptación al cambio climático desde el manejo de las fincas de café, y la institucionalidad que contribuya a la promoción del desarrollo del cultivo en toda la región.

LOS ACUERDOS

En la cita destacó la participación de especialistas caficultores de Villarrica, Echarate, Quellouno, Quillabamba, entre otros, quienes compartieron sus experiencias y limitaciones en el manejo sostenible de las fincas cafetaleras.

Los asistentes concordaron, entre otros aspectos, que el mayor problema es la incidencia de la roya (Hemileia  vastatriz) que afecta a más de 130,000 hectáreas en cosecha en todo el país, lo que ha reducido significativamente la productividad.

En ese marco, la declaratoria de emergencia (Decreto Supremo N° 048-2013-PCM) del 3 de mayo del 2013, del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) no ha tenido los resultados esperados en la recuperación de la productividad, según dijeron.

Los desafíos son enormes. No olvidemos que Cusco es una de las principales regiones cafetaleras, con 52,222 hectáreas de café pero de baja productividad debido al abandono de las fincas, poca reinversión, limitado acceso al crédito agrario para la capitalización, y escases de mano de obra en el campo.

Sobre esto, ha sufrido serios daños por el ataque de la roya que causado la pérdida de 60 a 70% de la cosecha, a lo que se suma la falta de oferta de semilla de café garantizada (registrada y/o certificada) para impulsar la renovación de las plantaciones.

La buena noticia es que los campesinos ya están trabajando en la atención de estos problemas, con iniciativas consensuadas que van a permitir una más rápida mejora de la actividad en el campo, y por qué no, tener la oportunidad de llevar adelante el mayor relanzamiento del café de los últimos años.

“Podrá cambiar el clima, pero nuestro compromiso no”, sentenció un de los productores.

Los caficultores del Cusco propusieron la creación del Instituto Nacional del Café, para investigar en la mejora de las variedades de café y desarrollar tecnologías de producción, financiado por el canon correspondiente a los gobiernos locales de la región. Para ello, deben establecerse alianzas estratégicas con productores, profesionales y universidades como la UNALM y UNAS Tingo María, para acceder a semillas apropiadas y a tecnologías innovadoras.

ACUERDOS SOBRE LA MESA

Se planteó la necesidad de formular un plan técnico para mejorar la producción y productividad, incluyendo la zonificación de las zonas cafetaleras según pisos ecológicos, y determinar las variedades de café a ser sembradas en cada una de las zonas.

Es clave realizar un trabajo serio en la selección del material genético del café. Deben renovarse las plantaciones con semilla garantizada y adaptada a la zona. Los gobiernos regionales y locales deben apoyar las iniciativas orientadas a la producción y manejo de semillas de calidad. El apoyo a los viveros con variedades mejoradas es un paso importante.

Debe organizarse a los agricultores capaces de ser productores de semillas, y evaluar minuciosamente el material genético existente, de mayor resistencia a las plagas, para su validación y masificación. Para ello se requiere la renovación de las plantaciones y poner en práctica la Resolución Jefatural N° 00102/2013–INIA.

El manejo integral del café debe ayudar a prevenir la incidencia de enfermedades y ayudar a mejorar los niveles de producción. Para ello, debe contarse con un programa de asistencia en el manejo de técnicas eficientes frente a factores que limitan la producción, en lo relacionado a manejo de la fertilidad del suelo, sanidad de la planta y poscosecha.

Una de las causas de más incidencia de enfermedades en el agro es el cambio climático. Se propuso manejar las fincas del café bajo los principios de diversificación productiva, con buena cobertura del sistema y sin deforestación. También, que el manejo de la finca sea considerado como una forma de captura de carbono (servicio ecosistémico).

COMPROMISOS

El pasado 31 de agosto, las instituciones públicas y privadas de los centros poblados de Yomentoni, Tintiniquiato, Inquilhuato, Pachiri, Ivochote, Zonaquisiato, Saniriato, Pangoa, entre otros, del distrito de Echarati, suscribieron acuerdos como participantes al taller “Agenda política para implementar el manejo sostenible de las fincas de café y cacao”. Lo propio hicieron los productores de los centros poblados de Estrella, Huilcapampa y San Martín, del distrito de Quellouno.

La agenda política agraria con enfoque de sostenibilidad, incluye aspectos como el cambio de actitud de los agricultores, la conservación de recursos naturales como prioridad para el desarrollo sostenible, en especial a nivel de la zona de amortiguamiento del Santuario Nacional Megantoni.

También, la asistencia técnica para el manejo sostenible de las fincas, como un compromiso de todos los productores para mejorar su competitividad; gestión de Proyectos Sostenibles  en los tres niveles de gobierno que contribuyan a la conservación de la biodiversidad en la zona de amortiguamiento del Santuario.

Conservación y manejo de suelos como base de la buena producción y productividad; control fitosanitario de las plagas en las fincas desde el enfoque preventivo; crear el Instituto Tecnológico Agropecuario (ITA) para la formación de capacidades técnicas que ayude al desarrollo productivo de la zona.

Fortalecer los Centros Rurales de Formación en Alternancia (CRFA) para mejorar su apoyo al desarrollo productivo; apoyo a emprendimientos empresariales rurales basados en la producción sostenible; fortalecimiento organizativo para mejorar nuestra capacidad de gestión y negociación; financiamiento y crédito con responsabilidad social y ambiental.

Enfoque de género para promover la equidad en el desarrollo; asimismo se acordó constituir la mesa de agricultura sostenible de Ivochote para propiciar la implantación de la agenda política agraria, conformada por los representantes de las organizaciones que participaron.

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