Una cuarta parte de todas las especies conocidas viven en el suelo. La vida en la superficie terrestre depende completamente de esta biodiversidad. Sin embargo, hasta ahora, las estrategias globales han prestado muy poca atención a los organismos del suelo.
En la revista Science, un equipo internacional de investigadores liderado por el Centro Alemán para la Investigación Integrativa de la Biodiversidad, la Universidad Martin Luther Halle-Wittenberg, la Universidad de Leipzig y la Universidad Estatal de Colorado y en el que participan investigadores de la Universidad de Vigo, la de Alicante y la Pablo de Olavide, hace una llamada para que los suelos tengan una mayor relevancia en las estrategias internacionales para la conservación de la biodiversidad.
Estos investigadores proponen la creación de una red de monitoreo global basado en muestreos estandarizados, que permita así conocer su estado global.
“Si preguntamos en la calle qué grupo de animales es el más común en la tierra, muchos pensarían que son las hormigas, los peces, las aves o los humanos; sin embargo, la respuesta estaría muy lejos de la realidad: son los nematodos, conocidos vulgarmente como gusanos redondos o gusanos cilíndricos”, explica Carlos Guerra, investigador de la Universidad de Leipzig, que ha liderado este trabajo.
Cuatro de cada cinco animales que hay en la tierra pertenecen a este grupo. Los suelos son el hábitat más diverso de la Tierra y un gramo de suelo incluye millones de células y miles de especies de microorganismos. “La razón por la que casi nadie los conoce es que viven bajo tierra, permaneciendo invisibles para la mayoría de nosotros”, añade.
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