“Warmi” en quechua significa “mujer” al igual que “Tsinani” en asháninka. Ambos términos fueron incluidos en el nombre de la asociación que lideran 28 mujeres del distrito Río Negro en Satipo para homenajear los orígenes amazónicos y andinos de sus socias. Es así como hace cinco años nació la Asociación de Mujeres Emprendedoras “Warmi Tsinani”, dedicada al cultivo de cacao y al procesamiento de sus derivados.
Por segundo año consecutivo, sus productos llegarán a Lima para ser expuestos en el IX Salón de Cacao y Chocolate, que se realizará del 19 al 22 de julio en el Centro de Convenciones de Lima en San Borja. Esta es una gran oportunidad para expandir sus fronteras comerciales y potenciar la venta de cacao y chocolate producido en la selva central del país.
En 2016, el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), a través del Programa de Compensaciones para la Competitividad (Agroideas), cofinanció un Plan de Negocio por S/.128 556.64 (80%) para la adopción de tecnología, que incluyó más de 9 mil plantones de cacao, insumos para fertilización y asistencia técnica que les ha permitido mejorar el manejo del cultivo y la optimización del proceso de cosecha y post cosecha.
Los resultados ya son visibles. En dos años, su producción y productividad incrementó en 30%, logrando producir hasta 1 100 kg por hectárea; sin embargo, a largo plazo se estima que aumentará 30% más, se informó a INFOREGIÓN.
Cacao Criollo y Chocolate artesanal
Las integrantes de “Warmi Tsinani” cultivan cacao criollo que se distingue del cacao convencional por su fino aroma y sabor, factores que los diferencia de los demás cacaos en el mundo. En Europa es conocido como “cacao fino”, y en EE.UU., como “cacao de sabor”. Esta variedad de cacao representa aproximadamente entre el 5% y el 8% de la producción mundial, según el MINAGRI.
Gracias al apoyo de otras organizaciones, “Warmi Tsinani” cuenta con una planta piloto procesadora de cacao en donde elaboran chocolatería artesanal. Sus productos más populares son la pasta cacao o chocolate de taza 100% cacao, y el chocolate dulce con 50% y 70% de cacao en diversos sabores: café, piña, aguaymanto, pecanas y almendras. Hoy, sus productos se comercializan en Satipo, Huancayo y Lima.
Rompiendo estigmas de género
Para las 28 integrantes de la organización agraria no ha sido nada fácil llevar el rol de jefas de familia en sus hogares. Algunas de ellas cuentan que han debido atravesar un proceso de adaptación hasta que sus esposos comprendieron que sus deberes no se limitaban al hogar y a la crianza de los hijos.
Marisela Lima Huayra (31) es la presidenta de la organización y cuenta que cuando inició el proyecto, su esposo cuestionaba constantemente que no estuviera en casa cuidando únicamente de sus tres hijos de 13,12 y 3 años. Tuvo que pasar varios meses para que demostrara que su trabajo había rendido frutos. Hoy en día se muestra orgullosa de aportar con el 50% del presupuesto familiar.
Raquel Mariño Guizado (35) es madre y padre para sus hijas de 12 y 15 años. Esta última sufre de una discapacidad y requiere mayor atención de su parte; sin embargo, esto no ha sido impedimento para que forme parte de este proyecto que le permite darle una mejor calidad de vida a su familia.
Luzmila Seralayan Palante (38) es experta en el arte de la chocolatería y pasa parte de su día en la mini planta instalada en el Centro Poblado Villa Kapiri. Cuenta que al principio fue duro lograr que su esposo se acostumbrara a que pase horas fuera de casa trabajando; sin embargo, tras haber duplicado su producción de cacao por hectárea, ha logrado su apoyo. Tiene tres hijos de 17, 13 y 3 años, que son su principal motivación para sacar adelante su pequeña empresa.
El Minagri, a través de Agroideas, ha invertido más de S/ 64 millones en 41 Planes de Negocio, beneficiando a 189 organizaciones agrarias dedicadas al cultivo de cacao en diez regiones del país.