Marcos Sánchez Vidarte, campesino ex cocalero que ahora está produciendo altos índices de cacao de buena calidad en la localidad de Irazola, región Ucayali, invitó a los campesinos a reinsertarse en la legalidad dejando atrás el cultivo ilícito de hoja de coca para el narcotráfico.
En su terreno siembra desde hace unos años el cacao, la palma y otros productos cuya venta le ha permitido mejorar sensiblemente su calidad de vida e invertir en otros negocios, como un hostal, una bodega y una discoteca. Y lo más importante, darles un futuro mejor a sus hijos que ahora estudian en la universidad.
Esta historia es interesante: en los años 80 Sánchez Vidarte fue un simple campesino que trabajaba la tierra entre Progreso y Madre Mía, en el Alto Huallaga. Allí cultivaba la hoja de coca en forma clandestina para abastecer a las bandas de narcotraficantes de la zona.
Su vida y la de su familia era un verdadero infierno pues el terrorismo lo había amenazado y le pedía cupos, mientras tenía que eludir constantemente los controles de las autoridades antidrogas.
Hasta que tomó la decisión de cambiar su vida y se fue con su esposa e hijos a Ucayali. “Se me presentó la oportunidad y no lo pensé dos veces. Gracias al Programa de Desarrollo Alternativo dejé la siembra de coca y empecé con el cultivo de cacao. Ahora tengo palma, plátano y estoy cosechando la higuerilla para biodiesel”, expresa satisfecho.
Explica que los técnicos lo orientan en forma permanente, y él aplica todas las técnicas indicadas, desde siembra, podas, abonamiento, y cosecha. Su éxito lo ha impulsado a dirigir una asociación de campesinos forestales que está gestionando el financiamiento de un proyecto de cítricos y ya logró la titulación para 400 personas.
“Como dirigente me preocupa que mis hermanos agricultores ya no se metan con la coca. Por eso es importante que un nuevo proyecto tenga viabilidad”, explica. Se trata de un programa agroforestal para sembrar cacao y árboles maderables en 800 hectáreas, que favorecerá a otros 400 campesinos.
Todo marcha viento en popa pues a la fecha ya cuenta con código de inversión pública y el Municipio de Irazola se ha comprometido en aportar 300 mil soles como cofinanciameinto. Los resultados de este nuevo emprendimiento los veremos en breve.