El Comercio. Nuevo ‘cablegate’ revela que la red de corrupción que Vladimiro Montesinos sembró en el Ejército sigue operando. Actual jefe del Ejército es mencionado por haberse reunido con empresario pesquero acusado de tráfico de drogas. Ex ministros de Defensa desmienten que militares cobren a narcotraficantes, como denuncia Wikileaks.
“Altos mandos militares reciben lucrativos pagos de los traficantes de droga que operan en el valle de los ríos Apurímac y Ene”. Esta es una de las afirmaciones filtradas por Wikileaks y que el diario “El País” de España publicó ayer en su página web. En ellos se describe una relación del Ejército del Perú con el narcotráfico.
Según uno de los documentos, escritos el 2009 por el ex embajador Michael McKinley, actualmente destacado en Colombia, el narcotráfico tiene influencia en la institución castrense, lo que dificulta las estrategias del gobierno de Alan García para acabar con el problema.
Pero, sobre todo, afirman algo más crítico: que la red de corrupción relacionada con la droga que creó Vladimiro Montesinos no ha sido eliminada; y advierten que, inclusive, puede resurgir.
La Embajada de EE.UU. en el Perú se basa en fuentes militares, altos mandos del Ejército que acusan a sus compañeros de recibir pagos del narcotráfico.
En una parte de los documentos se menciona al general de división Paul da Silva, recientemente designado comandante general del Ejército, a quien relacionan con el empresario pesquero Rolando Eugenio Velasco Heysen, detenido en el 2007 por tratar de sacar 840 kilos de cocaína que escondía en pescado congelado.
“[La fuente estadounidense] sospechaba de que Da Silva y Velasco estaban coordinando envíos de droga”, dice un cable.
Al respecto, el general Da Silva afirmó que en el 2007 sí tuvo una reunión con Velasco Heysen, a pedido del entonces jefe del Ejército, Edwin Donayre, cuando fue jefe de la Región Militar del Norte, con sede en Piura, porque quería vender pota para que la consuma la institución.
Afirmó que en el encuentro estuvieron varios militares y que fue la única vez que lo vio. Da Silva dice que recién luego de que detuvieron a Velasco se enteró de que estaba relacionado con el narcotráfico.
Los informes, asimismo, señalan que el dinero proveniente del narcotráfico no solo llega a los altos mandos del Ejército, sino también a los oficiales y suboficiales de rangos menores que tienen a su cargo los puestos de vigilancia en el VRAE.
El general (r) Roberto Chiabra, quien fue jefe del Ejército entre el 2002 y 2003 y ministro de Defensa entre el 2004 y 2006, afirmó que si hubiera corrupción en la institución castrense, ya se debería haber tomado acciones por su sistema de inspectores.
“De todas maneras, cuando se realizan operaciones, siempre hay elementos de inteligencia de las FF.AA. para reportar el trabajo de la gente. Habría que preguntarle al comando conjunto si tiene reportes de personal militar implicado en los últimos años”.
El ex titular de Defensa Ántero Flores-Aráoz comentó que los reportes de la embajada estadounidense son generalidades. “No contiene una información fidedigna, clara ni contundente. Son opiniones”, afirmó.
Su sucesor en el cargo, Rafael Rey, dijo que durante su gestión nunca recibió reportes sobre pagos indebidos a personal del Ejército. También dijo que los informes “son opiniones de personas”. “No saco conclusiones sobre asuntos ficticios. Me parece una irresponsabilidad sacar conclusiones de informes de este tipo”.
También lamentó que el ex embajador McKinley no le haya reportado cuando él fue ministro de Defensa. “Si tenía datos, debieron hacérmelos conocer para hacer las denuncias”, dijo.
El actual responsable del despacho, Jaime Thorne, prefirió no hacer comentarios, ya que no estaba enterado de la información que publicó “El País”, pero afirmó que hoy podría haber un pronunciamiento oficial del ministerio.
El general (r) Otto Guibovich, hasta hace unos días jefe del Ejército, afirmó que durante su gestión no recibió denuncias de pagos a altos mandos militares. Explicó que su trabajo fue muy severo en la fiscalización y control de la institución.
También recordó que el accionar en el VRAE es dirigido por el jefe del Comando Conjunto de las FF.AA. El Ejército no comanda el VRAE. Se encarga de la instrucción, entrenamiento y proporciona apoyo con tropas.
Corrupción en todas las esferas
1. Según uno de los cables, el ex asesor Vladimiro Montesinos “colaboró con jefes del Ejército y otros funcionarios de seguridad para desarrollar una red de protección que favorecía a unos traficantes de droga mientras cooperaba con EE.UU. para combatir a otros”.
2. Un cable firmado por el entonces embajador de EE.UU. en Lima Peter Michael McKinley da cuenta del testimonio de un testigo que afirma que, en el 2007, el actual comandante general del Ejército Paul da Silva Gamarra coordinó con el ex director de la Cámara Nacional de Pesquería de Piura, Rolando Eugenio Velasco Heysen, envíos camuflados de droga.
3. Altos mandos militares aseguran que algunos de sus compañeros todavía reciben lucrativos pagos de los traficantes de droga que actúan en el VRAE.
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