Del 12 al 16 de noviembre, Perú será sede de la segunda etapa de la “Conferencia Internacional de Alto Nivel sobre Desarrollo Alternativo” organizada por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA) en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores y con el auspicio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Esta actividad, en la que participarán 66 países y 13 organismos internacionales, tiene como objetivo mejorar la ejecución de programas de desarrollo alternativo en zonas en las que se presentan cultivos ilícitos, así como concluir con la formulación de los Principios Rectores del Desarrollo Alternativo, que deberán ser aprobados por la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, en su próxima sesión plenaria, que tendrá lugar en Viena en marzo de 2013.
Actualmente, el desarrollo alternativo constituye una herramienta poderosa que aplicada integralmente para reducir la oferta de drogas ilícitas, trae consigo importantes beneficios que no se circunscriben solamente a los Estados que lo fomentan, sino a la comunidad internacional en su conjunto.
“Por ello, la Conferencia Internacional de Alto Nivel sobre Desarrollo Alternativo será el espacio propicio para la concertación de acuerdos y medidas que consigan mejorar las prácticas y los resultados de los proyectos de Desarrollo Alternativo en las zonas que así lo requieran”, señala DEVIDA.
En el contexto de la cita internacional se ha previsto realizar dos eventos: el primero referido a establecer las bases para la creación de un Sistema Certificación para Productos de Desarrollo Alternativo, incluido el preventivo.
El segundo evento consiste en una visita de campo a la ciudad de Tarapoto, con el objetivo que los delegados acreditados puedan conocer in situ los importantes avances realizados por el desarrollo alternativo en esa zona del país e intercambiar experiencias con los técnicos y pobladores que participan en los programas de desarrollo alternativo.
Entre los asistentes estarán representantes de Unasur, de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), la Unión Europea, La Comisión Económica para América Latina (Cepal) y del Programa Copolad, el Banco Mundial, el Banco Interamericano y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).