Continúan los avances en certificación ambiental de la palma aceitera

Los procesos de certificación ambiental de la palma aceitera en Sudamérica no son recientes. Colombia y Ecuador son los mayores productores de palma aceitera, seguido del Perú que ya ha iniciado el arduo proceso de lograr que este producto agrícola cumpla con los criterios internacionales que demandan un desarrollo sostenible y la minimización de impactos negativos en el medio ambiente.

Continuando con este proceso las organizaciones de pequeños, medianos y grandes empresarios de palma aceitera realizaron una Asamblea en la sede de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) para discutir sobre el Plan de Trabajo para la Interpretación Nacional.

La presentación del plan estuvo a cargo del gerente de la Empresa Oleaginosas del Perú S.A. (OLPESA).  Como explica Norberto Angulo García, gerente de Olpesa, ya se han realizado anteriormente dos asambleas: “la primera para explicar de qué se trata y la segunda para elegir a Olpesa como la entidad líder que representa a nivel nacional para obtener la certificación”.

El expositor central fue el consultor internacional Diego Pierrend Weiss, gerente de Certificaciones de Control Union Colombia Ltda. empresa que ha sido contratada por el Proyecto para asesor este proceso.

Pierrend Weiss sostuvo los lineamientos a seguir para llevar a buen puerto el plan, divido en tres fases: la primera dedicada a la consolidación del documento borrador de la Interpretación Nacional (IN) para ajustarse a los criterios internacionales que impone la Roundtable on Sustainable Palm Oil (RSPO); la segunda fase considera la participación de otros grupos de interés y la consolidación del documento guía oficial del IN para Perú; y la última fase está íntegramente dedicada a la consolidación final y verificación de algún ajuste respecto al documento del IN.

A partir de las experiencias de la producción de palma aceitera en países como Malasia o Indonesia, la RSPO responde al concepto de elaborar productos con base al aceite de palma obtenido de forma sostenible, al adoptar los principios y criterios de sostenibilidad, en toda la cadena de producción.

A estos criterios se quiere ajustar la industria peruana con la participación de todos los actores: el Estado, mediante los ministerios de Ambiente, Producción, Agricultura y Energía y Minas; los gobiernos regionales vinculados al cultivo de palma aceitera; y los mismos productores.

En la Asamblea se acordó conformar las comisiones de trabajo para elaborar cada una de las fases señaladas: WWF es la responsable de la Comisión Ambiente; OLPASA de la Comisión de Efectos Sociales y el MINAG de la Comisión Productiva.

La palma aceitera va consolidándose como cultivo alternativo

En el marco de los programas de desarrollo alternativo que financia USAID, el cultivo de palma es uno de los que viene apoyando de manera paralela al café y al cacao.

“En relación a la palma aceitera venimos trabajando con cuatro organizaciones de pequeños y medianos productores y los estamos apoyando en áreas ya intervenidas, recuperando suelos degradados por la coca, impulsando la palma como cultivo alternativo”, indicó Donato Peña, coordinador de monitoreo y evaluación del Programa de Desarrollo Alternativo de USAID Perú.

Es por este motivo que a través de la UNODC se viene impulsando la sostenibilidad en ese sector. “Nuestro objetivo es que los cultivos de palma se hagan a futuro de una forma responsable y sostenible. En ese sentido, la normativa máxima a nivel mundial para manejar el tema palma en forma sostenible es compleja en cuanto a acceder a la certificación, pero nosotros lo apoyamos porque pensamos que el mercado mundial de aceites va a crecer”, señaló Hans Jochen Wiese, asesor técnico principal en Desarrollo Alternativo de la UNODC.

Wiese enfatizó además que el compromiso no solo es importante respecto a lograr la certificación internacional “sino también el proceso mismo donde todas las instituciones públicas se juntan en una mesa y vemos cómo queremos que la palma avance”.

Experiencias anteriores

Cabe precisar que la RSPO propone 8 criterios y 54 principios para la producción sostenible de aceite de palma a nivel mundial.

Diego Perrend, de Control Union Colombia, también acompañó los planes de trabajo en Colombia y Ecuador. en los que encontró muchas trabas y un arduo camino por recorrer. “En el 2010 logramos la certificación RSPO en Colombia y no fue fácil. Perú está recién comenzando, pero el objetivo principal acá es tener lo lineamientos correctos para los temas sociales, ambientales y productivos que son los pilares de este estándar”.

El caso colombiano es particular: el conflicto armado interno, con la presencia de todos sus actores, puso fuertes trabas a la consecución de la certificación por el desplazamiento de tierras y conflictos sindicales. Por este motivo, Pierrend considera que en Perú podría durar menos tiempo, aunque no desconoce los choques sociales que se puedan generar.

El mismo criterio maneja Angulo García, gerente de OLPESA, quien confía que en el Perú este proceso “no tome más de dos años”.

Los principios y criterios para la certificación empleados por la Roundtable on Sustainable Palm Oil (RSPO) se encuentran en: http://www.rspo.org/en/principle_and_criteria_certification_faqs