Bonos de carbono: Más argumentos para su administración directa de parte de los castañeros

MADRE DE DIOS. Hace unos días, la Comisión de Economía del Congreso de la República aprobó el Proyecto de Ley N°3136-2022-CR que garantiza el pago directo de los bonos de carbono a los castañeros, por el cual se deja sin efecto el numeral 3.2 del D.S. 003-MINAM que daba a entender que ello sería gestionado por el Estado. Como se recuerda, recientemente las familias castañeras marcharon en contra de esta directiva ministerial. El proyecto de ley citado fue presentada por  el congresista madrediosense, Eduardo Salhuana.

Los bonos de carbono y su transacción benefician económicamente a quienes desaceleraran el cambio climático como en este caso los castañeros. ¿Cómo así? Los árboles de castaña no solo aportan al desarrollo socioeconómico de quienes los trabajan, sino también al ambiente. Capturan dióxido de carbono y lo expulsan purificado como oxígeno. Además dan sombra a otras plantas y seres vivos facilitando su desarrollo. Además, permite que las y los beneficiaros cuiden a los bosques amazónicos de la alta presión que existe en ellos desde actividades ilícitas como la tala ilegal. Así la empresa privada BAM (Bosques Amazónicos) le da a los castañeros un incentivo económico en un período trimestral. Esto aporta al sustento económico de los guardianes del bosque. 

El decreto supremo del Minam que referimos establecía que los “los fondos” provenientes de los proyectos para Reducción de Emisiones derivadas de la Deforestación y Degradación de los Bosques (REDD+) serían administrados por el Estado a través del Fondo Nacional para Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Profonanpe) afectando directamente a unas 600 familias castañeras que perciben en forma directa un promedio de S/ 25 mil anuales por la protección y conservación de sus bosques amazónicos. 

En ese sentido, y para profundizar en la importancia de la administración directa de los bonos de carbono de parte de los castañeros, es que INFOREGIÓN conversó con Salhuana, legislador que presentó el Proyecto de Ley aprobado. También entrevistamos a Karina Pinasco, viceministra de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente (Minam) para precisar la acción de esta cartera ministerial en cuanto a este asunto.

Salhuana detalló que, «de haberse aplicado el Decreto Supremo que establecía que los fondos de la REDD+ serían administrados por el Estado, las familias de castañeros no recibirían los S/ 25mil a S/ 30 mil que reciben actualmente, sino que sería mucho menos o no se sabría». A todas luces lo razonable se orienta a que los castañeros administren sus propios bonos de manera directa, como se ha dado durante años. Sin embargo, el parecer del Minam iba en sentido contrario en el D.S. 003-MINAM. Respecto a su contenido, INFOREGIÓN preguntó a Salhuana: ¿Por qué se intentó llevar a cabo? 

El congresista comentó que el Minam ha reconocido que el texto, tal cual estaba planteado, es un error: ”Dicen que se equivocaron al redactar el decreto supremo, que no se están refiriendo a los proyectos privados, sino a los públicos. Ahí ellos manejarían, implementarían, promoverían y administrarían estos recursos”. El congresista resaltó que publicar una resolución ministerial aclarando el tema no era suficiente, pues mientras la norma esté vigente se puede aplicar en cualquier lado.  

Al respecto, Pinasco confirmó que realmente se dio una mala interpretación del también denominado Decreto de Urgencia 003, y fue a raíz de ello es que recientemente se ha publicado la Resolución Ministerial N.° 293-2022-MINAM. “Allí, de alguna manera, se aprueban los lineamientos para la recepción y administración del financiamiento para las fases REDD+ en el Perú y está en consulta previa actualmente”, manifestó.

Pinasco comenta que se puede verificar que en este lineamiento se va a respetar la inversión privada y aclara que «el Estado peruano no tiene ningún interés de coger fondos que no le corresponden y que la administración de Profonanpe solamente se va a dar en proyectos o programas o financiamientos que vienen directamente al Estado peruano«.

Y para evitar las dudas es que reproducimos parte del lineamiento sometido a consulta en virtud de la Resolución Ministerial N.° 293-2022-MINAM:

Lineamiento para la recpeción y administación del financiamiento para las fases de REDD+ en el Perú. Minam.
Lineamiento para la recepción y administración del financiamiento para las fases de REDD+ en el Perú. Minam.

Y es que el texto del Decreto de Urgencia 003 se “presta a malas interpretaciones”, es decir, no es claro y daba a entender algo confuso. Pinasco aseguró que esa interpretación “preocupó a todos, pero ya está solucionado. Dentro del Minam estaba claro, pero el Decreto de Urgencia se prestaba a una doble interpretación y tuvimos que publicar los lineamientos aclaratorios”. Aseguró, en ese sentido, conocer la realidad de los castañeros, sus títulos habilitantes y necesidades. 

Por otro lado, y para dar mejor contexto a la importancia de la administración directa de los bonos de carbono, Salhuana nos aclara cómo es que los bonos de carbono son un incentivo para cuidar los bosques:

El castañero vive de los recursos que extrae de su bosque. Ellos tienen una concesión por 40 años que les faculta, los autoriza a explotar los recursos tanto de castaña, que es temporal, como también pueden sacar madera y otros productos del bosque. Hacen su plan complementario, informan a la gerencia forestal y viven del bosque. Pero si tienen un recurso adicional como el bono, es un incentivo para que cuiden y mantengan los bosques, porque siempre tienen problemas con taladores ilegales, gente que quiere invadir los terrenos. Hay mucha presión sobre los bosques en Madre de Dios», refirió.

Entonces, ¿Cuál es la importancia de que los mismos castañeros administren sus bonos? ¿Por qué se quería modificar ello? ¿Cómo ha actuado el Minam sobre este tema?

“Cuando en el mes de enero de este año fuimos a hablarlo con el Minam no se llegó a nada. Nunca nos contestaron, pedí informes y la propia Comisión de Economía en dos ocasiones les reiteró el tema, pero como Estado se han portado de una manera negativa… Se habla mucho de conservar bosques, el exministro (el Ambiente) estuvo en la COP, firmamos convenios pero no hacemos nada concreto. Y cuando hay iniciativas de este tipo que vienen de la sociedad civil, en vez de potenciarlo hacen una política incoherente”, refiere Salhuana.

En respuesta, Pinasco reitera la aclaración en el sentido que el Profonanpe no va a administrar los bonos de los castañeros, “ni de ningún privado, ni de concesiones para ecoturismo o pueblos indígenas o comunidades campesinas. Son derechos privados y el Estado lo respeta. Respetamos y fomentamos que haya procesos de negociación y apoyar a las organizaciones de base, las asociaciones de castañeros y comunidades para que mejoren sus condiciones. Podemos asesorar estos contratos y asociaciones para que se den en igualdad de condiciones y beneficien a las comunidades y las personas que se aseguran que esos bosques no sean deforestados. Cuentan con nuestro respaldo y espíritu dialogante.”, concluyó.

Salhuana cita un problema adicional: Cuando los castañeros quieren vender sus certificados bonos no pueden vender los del 2021 y 2022 porque el Minam no los actualiza. Esta es una exigencia que los castañeros añaden a la empresa BAM (a cargo de los bonos de carbono): que los bonos se perciban cada mes y no de manera trimestral. Esto se debe a que el árbol de la castaña no tiene la misma productividad en el año. “El Minam es más un obstáculo que un promotor”, acota el congresista. Sin embargo, Pinasco proyecta la esperanza de que en esta nueva gestión las cosas serán mejores.

Finalmente, Salhuana, advirtió también que es fácil deforestar en la zona, porque hay poco control forestal: “Hay muchísima presión sobre los bosques en Madre de Dios, y estos deberían protegerse mediante el Minam”. Salhuana nos da más cifras: “Nosotros tenemos 1 millón 500 mil hectáreas de bosques castañeros. El área que está propiciada por este proyecto son 600 mil hectáreas”. Es preciso no dejar de lado la conservación del resto para evitar que sucumba a las economías ilegales.