SAN MARTÍN. Esta es la historia de “Sal Amazónica” un bionegocio que gana espacio en la gastronomía bajo la comercialización de la sal rosada y derivados; además se abre campo para constituir una alternativa ecoturística en la Amazonía. El recurso es extraído de la mina de sal del distrito de Pilluana, provincia de Picota, región San Martín. Radio Tropical estuvo allí para compartir más detalles de esta iniciativa.
Por siglos la mina de sal mencionada servía para el autoconsumo de la zona. Fue recién en el 2017 que se inició la extracción de la sal rosada y desde entonces “Sal Amazónica” no ha parado sus actividades en la planta que tiene en Pilluana. Ahora trabajan en productos derivados de la roca de sal para su uso en la cocina.
Al respecto, José Pinedo Pinchi, gerente comercial de Cerro Sal, citó la producción de tablas para picar alimentos, batanes, cachimazos y morteros, de gran uso en la cocina amazónica. Resaltó que “es más sano picar verduras en una tabla hecha de pura sal porque no hay presencia de bacterias en ella”.
El restaurante “Maido”, del reconocido chef peruano Mitsuharu Tsumura, usa productos de este bionegocio. Se trata de “uno de los primeros restaurantes peruanos en solicitarnos platos hechos de pura sal amazónica (…) convirtiéndose para ellos en un insumo más de los platos bandera que ellos ofrecen”, destacó Pinedo Pinchi.
Otra iniciativa importante es la producción de jabones exfoliantes de sal que “por su naturaleza inocua ayuda a remover las células muertas del cuerpo”, resaltó Pinedo Pinchi. Añadió que otro producto en desarrollo son los ladrillos de sal.
Más proyectos:
En el área de concesión de la mina de sal se proyecta construir piscinas para aprovechar las propiedades medicinales de la sal y así dar a luz a un nuevo destino ecoturístico. Además, para atender al mercado de Lima, dentro de unos meses abrirán una tienda en la conocida calle de las pizzas; y desde allí ampliar las ventas e iniciarse en el mundo de la exportación.
Para conocer más sobre este bionegocio vea la nota realizada por Adolfo Fasanando para radio Tropical aquí