Para la estrategia de erradicación de coca a nivel nacional, el año se inició con el cambio de mando en la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA): Ricardo Soberón daba un paso al costado el 10 de enero. Y es que su visión sobre esta estrategia se alejaba de la del primer ministro de entonces, Oscar Valdés Dancuart. El mismo día, Carmen Masías Claux, asumía la presidencia ejecutiva.
El experto en temas de narcotráfico y terrorismo, Rubén Vargas, señalaba en esa época que este cambio marcaría un punto de quiebre muy importante en la política antidroga, “sobre todo por la lectura tan diametralmente diferente que tienen sobre el problema del narcotráfico”, según comentó.
Las metas y los planes de erradicación entonces, se iban perfilando con menos conflictos institucionales y para el 12 de enero, el ministro del Interior de entonces, Daniel Lozada, indicaba que se había fijado como meta erradicar 14 mil hectáreas de cultivos ilegales de hoja de coca para el 2012.
Todavía no se oficializaba la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas (ENLD) para el período 2012-2016, pero 170 trabajadores del Proyecto Especial de Control y Erradicación de Cultivos de la Coca del Alto Huallaga (CORAH) del eje de operaciones de Pucallpa, custodiados por personal de la Policía Antidrogas, iniciaron las labores de erradicación a primera hora del sábado 14 de enero en la zona de Chambira, San Alejandro, en el distrito de Padre Abad, Ucayali.
El 16 de febrero la ENLD es aprobada por el Consejo de Ministros y se establecen las metas de erradicación, incautación, desarrollo alternativo, entre otras.
Esta política se vio entonces respaldada incluso por la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Su secretaria general, Adalid Contreras, se mostró a favor de la erradicación de los cultivos de coca ilegal como una forma de luchar contra el narcotráfico pero al mismo tiempo pidió un mayor control de los insumos químicos que convierten a esta hoja en droga.
En diálogo exclusivo con INFOREGIÓN, Contreras afirmó que la coca en su estado natural no es droga y se le debe reivindicar “por sus enormes bondades nutritivas y medicinales” y por su gran valor cultural para los países andinos en donde el “chacchado”, el “picchado” y el “acullicuy”, son toda una tradición ancestral.
Los detalles de la Estrategia Nacional, sin embargo, se detallarían hacia finales del mes de marzo, cuando el Ejecutivo oficializó el documento. En cuanto a la erradicación, se detallaba en su momento lo siguiente: “Entre las principales metas figura la erradicación de 14 mil hectáreas de cultivos ilícitos para el presente año, 18 mil para 2013; 22 mil para 2014; 26 mil en 2015 y 30 mil hectáreas en el 2016”. Un mes después, el Corah alcanzaba un total de 5 mil 507, 84 hectáreas de hojas de coca ilegal erradicadas.
Hasta este momento además, las acciones de erradicación están centradas en el departamento de Ucayali, en distintas localidades de los distritos de Padre Abad e Irazola. En mayo ya se empezarían a registrar acciones en Huánuco, en el Alto Huallaga. El 14 de ese mes, apoyados por dos contingentes de seguridad del Departamento de Operaciones Especiales (DEPOES), trabajadores del CORAH iniciaron las labores de erradicación de cultivos ilegales de coca en la provincia de Leoncio Prado.
Las acciones seguirían adelante hasta agosto, cuando se llegó a erradicar más de 10 mil hectáreas de hoja de coca. El 27 de ese mes se decidió entrar a la localidad de Tamshi, en el distrito de Rupa-rupa, provincia de Leoncio Prado, Huánuco.
Fue entonces, cuando un numeroso grupo de cocaleros quiso evitar violentamente los trabajos de erradicación, atacando a los efectivos policiales, los mismos que se vieron obligados a repeler la acción en defensa propia, quedando como resultado de la refriega dos muertos.
La erradicación en la que participaban efectivos policiales y trabajadores del CORAH, estaba programada en la zona de Tamshi y no en el Monzón, distrito que está ubicado frente al lugar donde se realizaba el operativo y que está separado por el río del mismo nombre. Sin embargo, los cocaleros congregados en la otra orilla del río intentaron ocupar la zona de erradicación atacando con objetos contundentes al personal del CORAH.
META CUMPLIDA
En setiembre, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) daba la cifra total de hectáreas de hoja de coca producidas en nuestro país al 2011. Pero también recordaba la cifra de hectáreas erradicadas ese año: un total de 10 mil 290 ha. Para entonces, el CORAH en el 2012 había superado esa cifra: 10 mil 780 hectáreas y faltaban 3 meses.
El 3 de diciembre se oficializa la meta: el CORAH alcanzó las 14 mil hectáreas y terminaría el año -el 14 de ese mismo mes- con 14 mil 171 ha de hoja de coca ilegal erradicadas.
Las felicitaciones no se hicieron esperar, pero tampoco las propuestas y las metas que planteadas para el siguiente año: 18 mil hectáreas para el 2013 y una estrategia de erradicación para entrar a la zona del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).
“La meta de 16 mil hectáreas sería una meta modesta para nosotros; va a ser una meta mayor… En unos días más, el Gobierno peruano aprobará su plan de erradicación para el próximo año estableciendo las zonas de erradicación y por supuesto en ese propuesto estará incluido el Monzón y algunas zonas iniciales del VRAEM», manifestó el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza Sierra, interrogado por INFOREGIÓN.
Sin embargo, en una última entrevista brindada a nuestro medio hoy, el Ministro del Interior señaló que para 2013 se buscará erradicar más de 20 mil hectáreas. Una cifra que sobrepasa lo estimado en la Estrategia Nacional.
“Vamos a subir la valla a más de veinte mil hectáreas porque al presidente Ollanta Humala le ha parecido muy modesta la valla de los 18 mil”, dijo Pedraza.
Por otro lado, para el jefe del CORAH, el año termina con una perspectiva optimista. No sólo por las metas alcanzadas, sino por la actitud de muchos pobladores: “Es bueno precisar que hay una suerte de comprensión o aceptación de los cocaleros (con la erradicación) porque saben que es política de Estado y que necesariamente hay que ir hacia un cambio económico social y hacia el desarrollo, eso no se entendía antes”.