Según documentos secretos de inteligencia policial, Ayacucho se habría convertido en una narcoregión en la que los propios policías proporcionan armamentos e información valiosa a los narcotraficantes para que no sean capturados. A continuación el reporte de canal 9 que señala que los oficiales son parte de la organización de traficantes: cobran cupos, extorsionan, prestan seguridad y protección a las mafias.
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