En la comunidad de Llunchi (Ayacucho) se desarrolló una sesión demostrativa en cuanto al uso de larvicidas biológicos para prevenir la infestación de polilla de la papa en almacenes, informó el Servicio Nacional de Sanidad Agraria – Senasa.
Mediante el control biológico, la autoridad en sanidad agraria busca propiciar la reducción del uso de agroquímicos y disminuir los residuos tóxicos en el tubérculo, así como prevenir la salud de los agricultores y evitar la contaminación del medio ambiente.
La actividad formó parte del proyecto agroecológico de la papa, implementado por la Dirección Regional de Agricultura Ayacucho (DRAA) en coordinación con los organismos adscritos al Ministerio de Agricultura y Riego – Minagri.
Las especies de polilla de papa a prevenir (Phthorimaea operculella y Symetrischema tangolias) son perjudiciales solo en situación de almacenamiento, de manera que la jornada estuvo dirigida a proteger los tubérculos en almacén.
Sesión práctica
Durante la sesión práctica, los servidores de campo del Senasa realizaron una demostración de la preparación y activación del larvicida Bacillus thuringiensis, microorganismo que controla la infestación de la plaga en estado larval.
El controlador biológico viene en una presentación de polvo seco y debe combinarse con silicato de magnesio para su activación. Para su aplicación, se debe colocar el tubérculo en un saco de plástico, agregar el producto y agitar el contenido hasta que quede cubierto totalmente de polvo. Lo recomendable es emplear dosis de 5 kg por tonelada de papa.
Posteriormente, la papa debe ser almacenada en un cobertizo previamente desinfectado. Para repelar aún más a la plaga, la troja debe estar envuelto por plantas de olor fuerte, como muña, eucalipto, molle y otros, que actúan como repelente.
Según los especialistas, un buen manejo integrado de plagas debe iniciarse durante la cosecha, con la separación de papas dañadas, eliminación de rastrojos y papas con polilla y la limpieza del predio, informó el Senasa a INFOREGIÓN.
Finalmente, los productores fueron orientados en el correcto uso de las buenas prácticas agrícolas que permite la obtención de una cosecha sana, lo que es muy favorable para el ingreso económico del pequeño mediano productor de las zonas alto andinas de la región.