Para luchar contra la trata de personas con fines de explotación sexual, cuyas víctimas también existen en los distritos del valle de los ríos Apurimac y Ene, VRAE, es necesario un trabajo conjunto de las autoridades y la población, sostuvo la representante del Ministerio de Justicia ante el Grupo de Trabajo Multisectorial contra la Trata de Personas, Fernanda Ayasta.
En otro momento, señaló que es muy complejo enfrentar este delito porque existen mafias detrás de toda esta cadena de explotación que culmina con decenas de jovencitas ofreciendo sus servicios sexuales en los prostibares.
“El Código Penal establece sanciones severas para quienes incurren en este delito. Los explotadores sexuales pueden recibir una pena privativa de libertad de 15 años, pero si se trata de menores de 14 años, la condena puede llegar hasta los 20 años de prisión, pues es una forma agravada”, indicó en el noticiero Diálogo Ciudadano que transmite INFOREGION en el VRAE.
Sólo 13 casos sentenciados
Precisó que en 2008 solo se registraron 13 casos sentenciados y para revertir esta situación planteó que se deben realizar más operaciones conjuntas entre los municipios, el Ministerio Público y la Policía Nacional.
Consideró importante realizar una campaña de información sobre este delito para que los pobladores denuncien los casos que ocurren en sus comunidades.
Finalmente, mostró su indignación debido a que muchas mujeres que se dedican a la prostitución, llevan a sus bebés a su centro de labores, tal como se constató en una reciente operación realizada en los llamados prostibares ubicados en la “Curva del Diablo” en el distrito de Pichari.
“No es posible que tengan a sus menores hijos en condiciones deplorables, en medio de la pestilencia de los olores contaminantes del alcohol y del cigarro. Existen faltas graves y la Fiscalía de Familia podrían intervenir y trasladar a los menores a albergues” manifestó.
Los comentarios están cerrados.