La deforestación de bosques primarios que realiza el Grupo Romero en el distrito de Barranquita, en la provincia de Lamas, es un atentado contra la biovidersidad y el medio ambiente, sostuvo el alcalde de este distrito de la región San Martín, César Soria.
Anunció que los dirigentes y la población están evaluando la posibilidad de protestar con medidas radicales para acabar con lo que consideran una situación injusta. “Hay más de 50 motosierristas y matones que hacen de las suyas en el monte. Barranquita se va a levantar y podría ser el próximo Baguazo”, alertó.
En otro momento, Soria Viena afirmó que el diálogo sostenido con las autoridades regionales y nacionales no dejó conclusiones ni acuerdos importantes, y eso está demostrado en que continúa la tala indiscriminada de árboles y la muerte de animales silvestres.
Dijo que los dueños de las empresas sólo han dejado cientos de hectáreas de terrenos libres y vertientes de agua tapadas por acción de tractores y otra maquinaria pesada.
“Nunca hemos visto en medio de la montaña tractores, motoniveladoras y cargadores. Nunca los campesinos han sido maltratados y nunca nos han cerrado el pase o puesto límite en la montaña. Hay más de 50 motosierristas y matones que hacen de las suyas en el monte. Barranquita se va a levantar y podría ser el próximo Baguazo”, subrayó.
Entre las poblaciones afectadas se encuentran Nuevo Ica, Leoncio Prado, San Fernando, Santiago de Borja, Panchilla, San José Obrero y Nuevo Italia, cuya población, indicó, prácticamente ha sido desplazada y condicionada para su tránsito.
Señaló que además los pobladores de esa localidad han sido obligados a salir del lugar y a vender sus tierras. Por ello, anunció que dirigentes y pobladores se reunirán para debatir la posibilidad de una protesta masiva con cierre de carreteras y otras acciones radicales.
Llamado a la calma
Por su parte, el presidente regional de San Martín, César Villanueva, instó a la población de Barranquita a mantener la calma y aseguró que no deben preocuparse porque se está gestionando la intervención de las autoridades para solucionar el problema.
“Es lamentable, pero hay que cumplir la Ley y seguir los canales correctos para pedir que no se talen más árboles”, manifestó la autoridad regional.
Mientras tanto el líder indígena Segundo Pizango anunció que en los próximos días realizará las coordinaciones necesarias con los dirigentes de Barranquita con el objetivo de defender las tres mil hectáreas de bosques primarios que corren el riesgo de desaparecer debido a las actividades del Grupo empresarial.
El dirigente shawi advirtió que las comunidades de la zona no permitirán ser desalojadas y defendió a los pueblos amenazados por la deforestación, ya que nunca fueron consultados sobre el ingreso de grandes empresas.
Hace unas semanas, Geovanni Acate, director de Radio Oriente, encabezó un equipo de periodistas que sobrevoló la mencionada zona, ubicada en el eje carretero que une San Martín y Loreto. El viaje permitió confirmar la destrucción de ocho mil hectáreas de terreno.
El problema en Barranquita surge porque los terrenos concedidos por el gobierno al mencionado grupo empresarial fueron entregados sin la consulta previa a las comunidades.
Las empresas Agropecuaria del Shanusi, Agrícola del Cainarachi y Palma del Espino se dedican a la siembra de palma aceitera, pese a que la zona en cuestión está conformada por bosques casi vírgenes.
Durante el 2008, los residentes de Barranquita interpusieron una medida cautelar para evitar que la compañía Agropecuaria Agrícola del Cainarachi, propiedad del Grupo Romero, ingrese a la zona. Sin embargo, el Poder Judicial desestimó en una instancia superior la medida que fue aceptada en un principio.
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