Dennis Pereira, economista ambiental de la Universidad Nacional de la Selva, UNAS, lamentó que en Tingo María no haya un Plan Director que enrumbe hacia dónde debe crecer la ciudad, ya sea hacia Castillo Grande, Naranjillo o al cerro, y señaló que por ello los pobladores más pobres han construido sus hogares en los cursos de agua de Tingo María y ahora están sufriendo las inclemencias de los huaycos.
Asimismo denunció que las autoridades no tienen un trabajo planificado para prevenir las emergencias como éstas.
“Hay gente al mando de una institución pero que no tienen la menor idea de cómo tener soluciones posibles y plausibles para poder ayudar. Esto requiere un proceso de planificación bajo un esquema concertado con la autoridad del alcalde de la provincia”, refirió a INFOREGIÓN.
Pereira cuestionó asimismo que siempre se trabaje después de producidas las emergencias.
“Los alcaldes deben trabajar antes y después de los fenómenos ocurridos, sobre todo con un trabajo de sensibilización a la población, especialmente en el tema de la educación ambiental para que la gente tome conciencia que la deforestación es una de las causas con mayor impacto para la ocurrencia de desbordes y huaycos” precisó.
El experto puntualizó que para adoptar estas medidas preventivas, no se requieren grandes presupuestos sino la iniciativa de algún líder como la autoridad local o de una institución como la Universidad de la Selva, UNAS.
Deforestación provocada por el cultivo de coca
Para el experto, la deforestación provocada en los últimos 25 años en el país e inducida básicamente por la producción de coca ilegal, habría generado cerca de un millón de hectáreas deforestadas.
Sin embargo, resaltó que la información oficial señala que serían más de dos millones las hectáreas deforestadas debido a la acción irracional de gente que todavía sigue talando nuevas áreas, sobre todo para sembrar este cultivo ilegal. Otra causa es la cultura migratoria en el Huallaga ocurrida desde los años 40.
Agregó que los huaycos ocurridos últimamente se asemejan a lo ocurrido en el año 80, cuando se inundó el aeropuerto de Tingo María. Recalcó que al conocerse la causa principal y las soluciones, las autoridades locales y regionales deberían tomar las acciones conjuntas con la sociedad civil organizada, trabajar con niños y sensibilizar a la población sobre la necesidad de preservar el medio ambiente.