Las autoridades que participan en la mesa de diálogo por el desarrollo de la región Huanuco, deberían pedir a los dirigentes cocaleros que se definan de una vez por todas frente al narcotráfico, pues se está viendo cómo algunos de sus integrantes celebran los ataques a los grupos erradicadores del Estado, e incluso piden su muerte.
“Deberían ver si es conveniente seguir negociando con personajes que hacen apología del delito, que no deslindan ni con el narcotráfico ni con la producción de cocaína, y más bien hacen exigen la muerte de los trabajadores del Proyecto Especial CORAH que solo están cumpliendo con la ley”, destacó el analista Rubén Vargas.
El experto señaló que la mesa de diálogo se ha ido debilitando por la intransigencia de los cocaleros y su falta de propuestas concretas hacia el desarrollo regional. Y ahora, resaltó, surgen voces –como la de Eduardo Ticerán- que piden muerte y violencia a los esfuerzos antidrogas del Estado peruano. Esto no puede continuar.
Vieja estrategia
Vargas también se refirió a las denuncias sobre supuestos abusos en la zona de Yanajanca, que forman parte de una vieja estrategia de los dirigentes cocaleros, y tienen por objetivo tender un manto de duda sobre la acción policial para obstruir la lucha antidrogas y la erradicación de coca ilegal.
Para el abogado, se trata de aplicar la misma receta que ya emplearon antes en Tocache, Leonciio Prado y Aguaytía. También recordó que en reiteradas oportunidades las fuerzas del orden han intentado ingresar a la zona de Yanajanca para neutralizar la acción terrorista, pero no tuvieron éxito.
Luego ocurrieron secuestros de personal de proyectos de desarrollo alternativo, y el asesinato de policías y autoridades judiciales que realizaban acciones antidrogas. Por eso, es fundamental que la Dirección Nacional Antidrogas continúe con su labor en esa región donde se observa una activa presencia narcoterrorista.