Las autoridades regionales y locales de Ucayali, acompañados por periodistas, inspeccionaron la magnitud de los daños causados por el desborde de los ríos en la provincia de Padre Abad. Además de casas inundadas, identificaron caseríos y comunidades nativas en aislamiento y pérdida de gran cantidad de cultivos.
Los pobladores de la zona urbana, a la altura del puente de San Alejandro, han perdido todas sus pertenencias, debido a que el agua ha cubierto sus viviendas.
Según cálculos del alcalde de Irazola, Manuel Gambini Rupay, los damnificados son aproximadamente mil personas.
Mientras, las comunidades nativas de Pueblo Nuevo y Sinchi Roca han sido arrasadas totalmente, la comunidad Santa Rosa también fue afectada por el desborde del río Aguaytía.
El alcalde de Curimaná, Loiber Rocha Pinedo, reportó el desborde del río y la inundación de casas y calles de la ciudad.
Los damnificados ascienden a 1,500. El presidente regional de Ucayali, Jorge Velásquez Portocarrero, hizo llegar el primer apoyo a través de cuatro camiones que contenían carpas, camas, colchas, colchones y tachos.
Sin embargo, la ayuda aún es insuficiente por la magnitud de los desastres naturales.
De acuerdo a la evaluación preliminar, los distritos más afectados de la provincia de Padre Abad son San Alejandro y Curimaná.
En las próximas horas se empadronarán a los afectados para solicitar apoyo al Gobierno central.
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