Una operación desarrollada por efectivos de la Policía Nacional, el Serenazgo de Leoncio Prado, la Compañía de Bomberos y el Hospital de Tingo María logró desalojar a los comerciantes que ocupaban ilegalmente las veredas de la Institución Educativa Ricardo Palma, en una operación que contó con la supervisión de representantes del Ministerio Público y que se desarrolló pese a las amenazas de algunos dirigentes lanzadas a través de medios de comunicación que señalaban que el intento de desalojarlos traería como consecuencia violencia, heridos e incluso muertos.
La operación de desalojo se inició a las 2 de la madrugada y estuvo supervisada por los fiscales Jeremías Rojas Velásquez y Keily Garay Robles, quienes se presentaron para garantizar la legalidad del acto y exhortaron a los comerciantes a deponer su actitud hostil y renuente frente al mandato judicial. A pesar de esto, los vendedores no cedían en su actitud por lo que se dispuso el uso de la fuerza.
El general Marlon Savistzky, jefe del Frente Policial Huallaga, encabezó la operación que se inició con el lanzamiento de una granada lacrimógena. De acuerdo con información de periodistas de INFOREGIÓN, bastaron solo cinco minutos para controlar la situación, sin embargo fueron detenidos al menos cuatro individuos por efectuar actos temerarios contra la autoridad, incluso una de ellas prendió fuego con un balón de gas. Amador Caycho, presidente de la organización de comerciantes desalojados, fue uno de los detenidos por causar disturbios. También se encontraron tres escopetas.
El desalojo de los comerciantes se produjo luego de 22 años de ocupación ilegal de las veredas del colegio Ricardo Palma, donde ahora se construirá un paseo peatonal, según informó el alcalde provincial Juan Picón Quedo. El burgomaestre agregó que los comerciantes desalojados ya no tienen la opción de reubicarse en el mercado Túpac Amaru, tal como se les había ofrecido para que se retiren de forma voluntaria.
Agustín Pachas Crisolo, director de la Institución Educativa Ricardo Palma, expresó su satisfacción por el desalojo de los comerciantes que ocupaban las veredas de este plantel, pues exponía al peligro a los cientos de estudiantes que debían ocupar la vía destinada al tránsito vehicular en el camino hacia su colegio.
El profesor Pachas añadió que en las veredas del jirón Callo, de donde la semana pasada también fueron retirados vendedores informales, se está trabajando en la construcción de sardineles.