Tras haber calculado la existencia de entre 70 y 100 cuerpos en una fosa de Putis, calificada como la más grande del Perú, la Segunda Fiscalía Supra Provincial de Ayacucho ordenó el pasado 26 de mayo la exhumación de más cuerpos ubicados en otros centros de entierro clandestino cercanos a la zona.
Los propios comuneros de Putis habrían informado la existencia de otras cuatro fosas, por lo que se continuarán con las labores de excavación encomendadas a forenses del Equipo Peruano de Antropología Forense, EPAF, entidad que además colaborará con la realización de los análisis de laboratorio para identificar los cuerpos que sean encontrados.
Las autoridades señalan que para el proceso de identificación espera contar con la colaboración de los deudos, quienes en su mayoría migraron a otras regiones por causa de la violencia y del terror. En ese sentido, tendrían que retornar Putis para someterse a análisis de ADN.
A veinticuatro años de la masacre cometida por efectivos del Ejército, las ejecuciones extrajudiciales de Putis se encuentran cerca de ser judicializadas, lo que colocará ante los tribunales a los militares que ordenaron y ejecutaron los asesinatos.
La matanza de Putis fue documentada por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, grupo de trabajo que apeló al recuerdo de los familiares de los fallecidos para buscar el lugar de entierro e identificar a los presuntos responsables del crimen, entre ellos, el oficial Lalo, el teniente Bareta y el comandante Oscar.