Atención de salud en zonas pobres del país es discriminatoria y desigual

Sandra Gonzales, presidenta de Amnistía Internacional, AI, en el Perú, advirtió hoy que en el país se observa discriminación y desigualdad para acceder a los servicios básicos de salud y lamentó que ello sea producto de la falta de voluntad política para beneficiar a un sector social muy afectado.


La especialista indicó además que los niños y mujeres gestantes de las zonas rurales pobres viven afectados por la falta de medicamentos y material sanitario adecuado. “Los servicios no están bien distribuidos, se invierte más en zonas urbanas que en zonas rurales, donde cada ocho horas muere una mujer como consecuencia del embarazo y la mortalidad infantil en Cusco y Huancavelica es cuatro veces mayor que en Lima”,advirtió.


Según Gonzáles, el 50 por ciento de la población peruana no tiene acceso a medicamentos ni servicios de salud primaria porque parte del presupuesto de salud, equivocadamente, se gasta en las zonas con mayores recursos. «En el 2005, por ejemplo, se asignó US$ 51 dólares americanos per cápita a las zonas con poblaciones más ricas y US$ 24 dólares americanos per cápita a las zonas con niveles más elevados de pobreza”, resaltó.


En el informe de Amnistía Internacional “Perú mujeres pobres y excluidas. La negación del derecho a la salud materno infantil”, las cifras son reveladoras y contundentes: el 50 por ciento de la población de Perú no tiene acceso a medicamentos; y en las zonas rurales, la cifra se eleva al 60%, en tanto que el 25% de la población peruana carece de agua potable; porcentaje que sube a 40% en las zonas rurales.


Mientras tanto, Lima, la ciudad más rica del país, tiene 22 doctores, 11 enfermeras y 3 obstetras por cada 10 000 habitantes. En cambio Huancavelica, una de las más pobres, sólo cuenta con 4 doctores, 3 enfermeras y 2 obstetras por cada 10 000 habitantes.