VRAEM. Roxana Chimanga Shumpate es presidenta de Asociación Comunal Intercultural Tsinanejegi Antaneroegi, en la comunidad nativa San Antonio de Sonomoro (Junín), Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Ella, junto a otras artesanas de su comunidad, ha participado de varias iniciativas de asistencia técnica de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y el Proyecto de Fortalecimiento Institucional de Devida (FID), financiado por USAID.
Esta cooperativa de mujeres artesanas del NORVRAEM, saben que puede cambiar la historia de su comunidad Nomatsiguenga e influir en otras comunidades con sus nuevos conocimientos, con las técnicas aprendidas y con una nueva visión de cómo el negocio puede mejorar las vidas de las personas.
“Aprendí a teñir al lado de mi madre. Ella me enseñó las técnicas ancestrales. Pero ahora conozco nuevas formas, gracias al proyecto de capacitación. A mí nunca me ha gustado el telar. Lo mío son los teñidos, pero ahora sé de todo el proceso, para poder comercializar nuestros productos. Devida, con apoyo del FID, han llevado profesoras que nos enseñan nuevas técnicas y también la organización que necesitamos, la unión entre los artesanos, para expandir nuestro negocio”, destacó Roxana Chimanga.
El año 2020 conformaron la asociación, la cual les ha permitido gestionar fondos y hacer acuerdos con entidades públicas y privadas. Recientemente obtuvieron un fondo de Agrorural por S/ 60,000. “Ahora, lo nuestro es unirnos entre las diversas comunidades, para que todos tengan lo que nosotros tenemos. Trabajando en grupo habrá más ganancias y podemos acceder a fondos no reembolsables del Estado”, agregó la presidenta de la asociación.
Cabe resaltar que la capacitación brindada por Devida, con apoyo del FID, incluye no solo la producción con el cuidado de los estándares de calidad, sino también la articulación entre comunidades y la complementación de esfuerzos.