Deodora Espinoza Vara, presidenta de la Asociación de Productores Cocaleros del distrito de José Crespo y Castillo – Aucayacu, organización afiliada a la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios de las Cuencas del Perú, CONPACCP, fue asesinada anoche de ocho balazos a quemarropa en el interior del pequeño negocio que conducía en esta ciudad.
El crimen de la principal dirigente cocalera de Aucayacu, ha conmocionado a toda la zona del Alto Huallaga y se produce en momentos que se registra un alarmante incremento de la violencia en la zona, con numerosos crímenes y ajustes de cuentas perpetrados por el narcotráfico y elementos senderistas y que ha ocasionado incluso la renuncia de las autoridades de la zona por falta de seguridad y de garantías para sus vidas.
En el caso de la dirigente cocalera, se supo que antes de morir, en conversación con un periodista local, habría identificado a su asesino como un cocalero del caserío Alto Unión, ligándolo con la Central Nacional Cocalera, CENACOP e incluso, habría acusado a la dirigente Rosa Obregón como la autora intelectual del sangriento hecho.
Muerte en Sangapilla
El atentado contra la principal dirigente de los cocaleros de Aucayacu, Deodora Espinoza sucedió al promediar las 9.30 de la noche, cuando la víctima se encontraba atendiendo su bodega, ubicada en el mismo inmueble donde tiene su vivienda, en el céntrico y concurrido cruce Sangapilla, a la salida de Aucayacu con dirección a Tingo María.
Según información proporcionada por periodistas de INFOREGIÓN en la zona, dos sujetos armados subieron a una mototaxi y pidieron al conductor una carrera al sector de Pacae, a cinco kilómetros de Aucayacu.
Cuando ya se encontraban a la salida, a la altura del cruce Sangapilla, uno de ellos detuvo el vehículo diciendo que iba a comprar cigarrillos, ingresó al pequeño negocio que conducía Deodora Espinoza, y sin mediar palabra alguna sacó una pistola automática y disparó a quemarropa ocho balazos contra la mujer dejándola mortalmente herida.
Se supo que al escuchar los disparos el taxista quiso retirarse, pero el otro sujeto que quedó en el vehículo le amenazó diciéndole que si apreciaba su vida esperara para completar la carrera.
Segundos después el asesino subió tranquilamente a la mototaxi, que continuó camino hasta Pacae, donde los sujetos se bajaron para dirigirse hacia algún lugar cercano.
Antes de irse, le advirtieron al taxista “lo que has visto no es nada, así mueren los cagones”.
Mortalmente herida, Deodora Espinoza fue auxiliada por su menor hijo Sadam, quien presenció el crimen y la llevó rápidamente al centro de salud de la localidad.
La dirigente cocalera llegó consciente y rogó a los médicos que no la dejaran morir, por lo que de inmediato se dio la orden para trasladarla a Tingo María para una intervención quirúrgica de emergencia.
En Tingo María sin embargo, la dirigente cocalera llegó moribunda y murió al sobrevenirle un shock hipobolémico antes de la operación.
La víctima deja tres hijos en la orfandad, uno de ellos un menor de 14 años quien la acompañó durante toda su agonía.
Cabe precisar que el chofer de la unidad de transporte público se acercó a las autoridades policiales para deslindar cualquier vínculo con los criminales.
El mayor PNP Rafal Usnago, de la comisaría de Aucayacu, detalló que el mototaxista es de la zona, se encuentra totalmente identificado, así como su domicilio, por lo que no ha sido detenido. Su nombre se guarda en reserva para no entorpecer las investigaciones.
El hecho de sangre se produjo en momentos en que el pueblo participaba en la Plaza de Armas de Aucayacu de una celebración por el Día de la Madre a la que asistieron varios cientos de personas.
Acusa a Rosa Obregón
Según algunas versiones no confirmadas pero que la policía investiga, la víctima pudo reconocer sus agresores y habría manifestado que serían cocaleros del caserío Alto Unión, ligándolos con la facción que pertenece a la Central Nacional Cocalera, CENACOP, que lidera en esa ciudad la dirigente Rosa Obregón.
El periodista local Vladimir Angulo, quien logró conversar con la víctima del atentado cuando aún estaba con vida en Aucayacu, reveló que Deodora Espinoza acusó a la presidenta de la Federación de Productores Cocaleros de Aucayacu, Rosa Obregón, de ser la autora intelectual del hecho.
“Esto me ha hecho Rosa Obregón”, habría pronunciado Espinoza antes de ser trasladada al hospital de Tingo María al promediar las 10.30 donde falleció al no resistir la intervención.
Guerra cocalera
El crimen ha conmocionado a la ciudadanía aucayaquina, que nuevamente es testigo de un hecho de violencia que enluta familias y a la propia sociedad y que viene a sumarse a una serie de crímenes y hechos de violencia registrados en la zona a manos de narcotraficantes y elementos senderistas.
La policía de la zona, maneja hasta el momento varias hipótesis del crimen de la dirigente cocalera, entre ellas cobran fuerza la que señala que se trataría de un ajuste de cuentas y otra que indica que sería el resultado de una declarada guerra entre facciones del gremio cocalero y que en los últimos meses se habría radicalizado.
Dirigentes cocaleros recordaron que Espinoza era partidaria de vender la coca a ENACO en una zona donde prácticamente toda la producción de la planta se deriva al narcotràfico.
De otro lado, las fuentes precisaron que la muerte de la principal dirigente cocalera sería el resultado de una declarada guerra entre facciones del gremio cocalero.
Al parecer, la vinculación de los dirigentes cocaleros con el narcotráfico sería algo más que una suposición, más si se tienen varios dirigentes detenidos en los últimos meses por narcotráfico, entre ellos, Héctor García Lujerio, secretario de organización de la CONPACCP detenido hace dos semanas traficando con insumos químicos hacia el valle del Monzón y semanas antes, Simeón Juanán Silvestre, ex dirigente cocalero detenido en Supte produciendo PBC en su propia chacra, en compañía de un menor de edad.
Las fuentes puntualizaron que los dirigentes cocaleros detenidos recientemente por actividades ilícitas tienen relación con la ex dirigente cocalera y hoy parlamentaria andina por las filas del Partido Nacionalista, Elsa Malpartida. Igual es el caso de Deodora Espinoza Vara, cuya organización se encontraba afiliada a la CONPACCP.
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