Los cancilleres del continente, reunidos en la Cuadragésima Asamblea General de la OEA, dieron hoy su apoyo a la propuesta peruana sobre Paz, Seguridad y Cooperación en las Américas, plasmada en la Declaración de Lima, aprobada por las 33 delegaciones asistentes al encuentro.
El documento recuerda el compromiso de todos los países de alcanzar una efectiva limitación de armamentos y dedicar el mayor número de recursos al desarrollo económico y social, tal como lo propuso el Presidente de la República, Alan García, en el discurso inaugural.
Los cancilleres de América dijeron que son conscientes de la importancia de fomentar la limitación de recursos para fines militares, los que podrían destinarse al desarrollo, y que el control de armamentos, el desarme y la no proliferación son fundamentales para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Los ministros se comprometieron con principios como la solución pacífica de las controversias y el no uso de la fuerza para resolver sus diferendos.
Decidieron, en consecuencia, que es importante promover un ambiente para el control de armamentos y la no proliferación de armas de destrucción en masa para dedicar mayor número de recursos al desarrollo económico y social.
Por otro lado, insistieron en promover la transparencia en la adquisición de armas e instaron a aquellos países que aún no son parte, a adherirse a la Convención Interamericana sobre Transparencia en las Adquisiciones de Armas Convencionales y a la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, esta declaración es un paso importante para la consolidación en la región de la tesis peruana que procura un acuerdo que permita reducir los gastos en armas, a fin de responder a las apremiantes necesidades del desarrollo de los pueblos.