La cooperación internacional para combatir el crimen no es una opción política sino un imperativo ético y jurídico, porque cuando los estados no unen esfuerzos se abren espacios para dañar a los ciudadanos, declaró el presidente de Colombia, Álvaro Uribe.
“No es objeto de una decisión discrecional de los estados y de los gobiernos, es un imperativo ético, es un imperativo jurídico, porque así lo contempla la Organización de Naciones Unidas (ONU)”, aseguró el mandatario en Cartagena, al instalar una reunión de alumnos y ex alumnos de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) para América Latina y el Caribe.
Uribe Vélez subrayó que cuando los estados no unen esfuerzos en el combate contra los criminales, se abren todos los espacios para hacerles daño a los ciudadanos. También agradeció el apoyo de Estados Unidos y dijo que “es práctico, bien importante” reflejado en el Plan Colombia y en otros acuerdos de diferente índole entre las dos naciones.
Con voluntad política
Frente al apoyo y respaldo que deben recibir las autoridades, el presidente Uribe precisó que “la voluntad política es indispensable para la eficacia de la Fuerza Pública”.
El Primer Mandatario fue claro al decir que la lucha contra el crimen “requiere de personal bien preparado, de tecnología, de logística, pero fundamentalmente de voluntad política (…) si no hay una voluntad política expresada desde la parte superior del Estado, las Fuerzas se adormecen”.
“Se les da un mal mensaje cuando sienten que no hay ese compromiso. Se necesita todo, todo el compromiso”, complementó luego de enfatizar en la importancia que tiene para las autoridades colombianas cumplir con su deber, pero “enmarcado en el respeto por los derechos humanos”.