La producción de café en Puno registra en el presente año una dramática caída, equivalente a 2.5 quintales promedio por familia cafetalera (115 kilos grano verde), ocasionando una catástrofe económica en los 6 mil productores acreditados en los valles de Sandia.
Los ingresos anuales que el grano aromático aportará a la economía familiar de los productores serán menores a 1,000 soles, colocándolos en situación de pobreza extrema, advirtió el presidente de la Junta Nacional del Café (JNC), Anner Román Neira. “Para sostener la familia están obligados a dejar el valle y trabajar en otras actividades, resistiéndose por ahora a eliminar el café para sembrar coca, que crece de manera incontrolable”, expresó.
Llamó la atención que en las estadísticas oficiales del Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) se reporte para la zona, de 8,500 hectáreas, una cosecha de 92 mil quintales en el período enero/junio del 2014, algo que está fuera de la realidad. Agregó que los productores esperan que el ministro de Agricultura, en persona, Juan Manuel Benites, se reúna con ellos en Putina Punco, acompañado del jefe de DEVIDA y del presidente de AGROBANCO, a fin de escuchar y disponer medidas viables para enfrentar la grave crisis económica y social.
El café de Puno es reconocido a nivel nacional e internacional por su alta calidad de taza, prestigio ganado en múltiples certámenes con jueces exigentes. Esta calidad ha sido favorecida por suelos y entornos ambientales y un buen manejo pos cosecha brindada por los técnicos de las cooperativas cafetaleras de la región.
El presidente del gremio cafetalero sostuvo que desde el 2008 la caída en la producción de café de Puno ha sido imparable. Ese año la cosecha alcanzó los 120 mil quintales, en el 2011 fue de 85 mil, en el 2012 y 2013 bordeó los 60 mil.
Años | Quintales |
2011 | 85,000 |
2012 | 60,000 |
2013 | 65,000 |
2014 | 15,000 |
Pérdida | 82% al 2011 |
Medidas urgentes
Román Neira indicó que el fin de semana pasado dirigentes de diferentes cooperativas cafetaleras de Puno realizaron una asamblea para evaluar la situación y preparar una agenda que los ayude a salir de la crisis.
“Los productores piden que se declare la caficultura de Puno en emergencia entre el 2014 y el 2016, a fin de facilitar la inversión en programas de renovación y rehabilitación de cafetales a través del gobierno local, regional y nacional”, expresó el dirigente de la JNC.
Precisó que se requiere la renovación urgente de 7 mil hectáreas con una inversión de 80 millones de soles, a llevarse a cabo en dos años. Sentenció que si no se apoya la caficultura los productores terminarán optando por la coca, con las consecuencias sociales y de seguridad para la población honesta que aún se resiste.
De acuerdo a los reportes de de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y DEVIDA, se registraron 4,500 hectáreas de hoja de coca en la región Puno en el 2013, y para este año se prevé que serán 5 mil.
“En Puno el rendimiento por hectárea de hoja de coca supera los 2,500 kilos, a un precio promedio de S/. 15.6 kilo, generando un ingreso de 39 mil soles. Este cultivo que genera un movimiento de 175 millones de soles. Esta amenaza no se puede enfrentar con charlas ni visitas ocasionales de técnicos”, advirtió el dirigente.
Agregó que la crisis cafetalera se extiende a todo el país, y no se aborda con realismo por parte del MINAGRI, cuya gestión actual ignora a las organizaciones de productores y la industria cafetalera. “Castiga la formalidad y elude el diálogo y la concertación responsable. Acudiremos a la Presidencia del Consejo de Ministros para que nos escuche y enfrentemos juntos la crisis del cultivo líder en empleo rural y agroexportaciones”, finalizó.
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