El nuevo presidente de la República y Ántero Flores-Aráoz, el nuevo premier, compartieron el hemiciclo durante el periodo legislativo 2001-2006, en el que ambos fueron congresistas de la República. En dicho periodo, Flores-Aráoz fue presidente del Congreso (2004-2005). La carrera pública de Flores-Aráoz, sin embargo, empezó décadas atrás. En 1990, se estrenó en el Congreso como diputado por el Fredemo.
Su cargo, sin embargo, fue interrumpido debido al cierre del Congreso por parte de Alberto Fujimori, el 5 de abril de 1992. Ese mismo año, fue elegido como congresista constituyente por el Partido Popular Cristiano (PPC). Desde entonces, Flores-Aráoz se desempeñó como legislador en en sucesivos periodos legislativos, culminando en el año 2006. Además, el abogado se desempeñó como ministro de Defensa entre el 2007 y el 2009, durante el segundo gobierno de Alan García Pérez.
Declaraciones racistas
Por Marco Avilés:
El 1 de junio de 2006, el periodista Ramiro Escobar la Cruz se preparaba para entrevistar al entonces congresista peruano Ántero Flores Aráoz, cuando se produjo este diálogo:
-¿Y usted cree, congresista, que debe aprobarse ese referéndum?
-Nooooo, para qué. ¿Le vas a ir a preguntar a las llamas y vicuñas sobre el TLC?
-¿Cómo dijo, congresista? ¿A quién se refiere con las llamas y vicuñas?
-¿A quién? A la gente, pues.
-Oiga, eso es insultante. Me está ofendiendo a mí y a numerosos compatriotas. Eso es ofensivo.
-Es mi opinión, pues, y por último no la estoy diciendo públicamente.
Comparar a las personas indígenas con camélidos es un recurso acuñado en el siglo XIX, como explica la historiadora Cecilia Méndez en su ensayo “De indio a serrano: nociones de raza y geografía en el Perú (siglos XVIII-XXI)”. El poeta Felipe Pardo y Aliaga (a quien leemos en la escuela sin mayor contexto) llamaba “huanaco” al presidente boliviano Andrés Santa Cruz, por ejemplo. La onda expansiva de este insulto ha llegado hasta el presente siglo. A inicios del 2001, el ciudadano César Flores, padre de la candidata presidencial por el PPC Lourdes Flores, llamó “auquénido de Harvard” al adversario político de su hija, Alejandro Toledo, y lo hizo en televisión nacional. Cinco años después, Flores Aráoz, formado en el mismo partido que Flores Nano, amplificó la escala de aquel insulto con esta lógica: Persona indígena = llama o vicuña = ¿para qué consultarles sobre medidas que les van a afectar?
La carrera de este político no terminó en ese momento. Unos años más tarde, el gobierno de Alan García (quien llamaba “perros del hortelano” a las comunidades indígenas) lo incluyó como Ministro de Defensa en el dream team que, en junio de 2009, convirtió la protesta del pueblo Awajún en un desastre humanitario con decenas de muertos y heridos. Un político que consideraba innecesario dialogar con las personas indígenas era el peor interlocutor durante una crisis en que el pueblo indígena Awajún exigía que el estado dialogara con ellos. La carrera de Flores Aráoz tampoco acabó durante el denominado “Baguazo”. Postuló inútilmente a la presidencia en 2016, y tras haber perdido con menos del 1% de votos, había quienes dos años más tarde insistían en vocearlo como posible Presidente del Consejo de Ministros del gobierno de Martín Vizcarra.
Fuente: El Comercio / Servindi