Pese a que los médicos y las autoridades aseguran que habría muerto de un derrame cerebral, el fallecimiento de una anciana, cuyo cuerpo con huellas de golpes fue encontrado sin vida al interior de su vivienda, ha generado muchas dudas en sus familiares, quienes creen que detrás del crimen habría un lío de tierras.
El cadáver de Ana Arrieta Flores, de 62 años, fue hallado la mañana del último sábado en el sector conocido como Playa Los Cocos, con los pantalones a medio poner y con algunos moretones que serían huellas de golpes.
Los familiares señalan que se puede tratar de un asesinato porque en la zona sur de Tingo María existe una asociación de vivienda que está dirigida por personas muy agresivas que en varias ocasiones han venido amenazado de muerte a la anciana y a varios vecinos.
Primitivo Soto, sobrino de la víctima, también relató que el domingo 10 de mayo un grupo de personas con machetes, fierros y otros objetos contundentes, dirigidos por un sujeto al que identificó como Saúl Trinidad Chávez, intentó agredirlo en su domicilio, situación que lo obligó a refugiarse al interior de su vivienda junto a sus menores hijos.
Ante este hecho, Soto contó que interpuso una denuncia ante la Fiscalía, pero hasta el momento no ha recibido una respuesta favorable. Según él, esta inacción podría tratarse de un tema propio de encubrimiento, debido a que la abogada que defiende a Trinidad Chávez y su grupo es esposa de un secretario de la Fiscalía, por cuyas manos pasarían estas denuncias.
Afirmó que el tema del lío de tierras se refuerza debido a que tras el levantamiento del cadáver de Ana Arrieta, el grupo de Trinidad Chávez se dirigió a la vivienda de la anciana “para llevarse las pocas cosas que habían y sacaron la madera para dejar el terreno completamente limpio, como si nadie hubiera vivido en él”.