El Blgo. Eduardo Gil Mora comentó sobre los problemas ambientales que se presentan en la región Cusco y sus perspectivas. Así lo hizo en el espacio Biologando, conducido por el Blgo. Sandro Chávez, past Decano Nacional del Colegio de Biólogos del Perú.
Gil dijo que lo problemas ambientales en la región Cusco hay que apreciarlos desde dos escenarios: urbano y rural. En el ámbito urbano destacó la inadecuada gestión de los residuos sólidos. Recordó que Cusco produce 420 toneladas de residuos sólidos al día, pero no hay relleno sanitario para su buen manejo, lo mismo se repite en Quillabamba, Sicuani, etc. La mala gestión de residuos sólidos se relaciona sobre todo a la salud pública, pues los botaderos clandestinos se convierten en focos de infección, consideró. Agregó que las municipalidades provinciales son las responsables de ver este rubro.
La contaminación del aire es otro problema urbano. Citó que la principal fuente de contaminación del aire es el parque automotor, le siguen las ladrilleras, chicharronerías, chicherías, etc. Recordó que el dióxido de azufre generado en el Cusco es de 605 toneladas anuales, de monóxido de carbono: 6849 toneladas. Un tercer problema urbano, citó, son las aguas residuales cuyo mal manejo se agudiza con el crecimiento urbanísitico desordenado de las ciudades. Las aguas sin tratamiento son derivadas a las microcuencas existentes en los alrededores de las urbes, lamentó.
En el ámbito rural, Gil resaltó a la deforestación. Recordó que en el 2010 se midió que en Cusco la deforestación se daba a una tasa de 12 000 hectáreas anuales. Agregó que las actividades que deforestan son las que se hacen para obtener suelo agrícola, las que generan los incendios y quemas, la actividad de la minería ilegal. Destacó que el Gobierno Regional tiene un rol en esta problemática pues tiene proyectos de forestación y reforestación; otras entidades involucradas son el Serfor, las municipalidades, entre otros.
Respecto a las quemas y los incendios, alertó que estos se han acelerado en los últimos tiempos a pesar de los esfuerzos desplegados por las autoridades. Manifestó que, en general, la quema o incendio compromete a unas 2000 hectáreas anuales en promedio. Seguidamente, Gil explicó que el origen de estos siniestros se da sobre todo por negligencia, es decir por el mal uso del fuego.
Añadió que la deforestación y los incendios generan la erosión de los suelos, que en el Cusco comprometen a dos millones de hectáreas, significando la pérdida de suelo productivo. En tanto, la minería ilegal genera deforestación, perdida y contaminación de suelos, sin contribuir con el desarrollo ni regional ni nacional pues no paga impuestos, evade tributos. Sugirió que debe haber un impulso para la formalización de esa minería, pues no se trata de una actividad artesanal.
Otro problema ambiental en el ámbito rural del Cusco es la invasión de la faja marginal para realizar contrucciones. Gil recordó que en el Cusco se han colocado hitos en ciertas zonas en ese sentido. Seguidamente, sugirió la implementación de un programa regional de recuperación de la faja marginal. Al respecto, Chávez comentó que muchos de esos problemas citados son de larga data que tiene que ver con una gestión ambiental que permita un buen manejo de recursos hídricos y de territorio.
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