“Justicia juvenil: situación actual y desafíos de políticas públicas y legislación”, es el tema de la mesa de trabajo organizada hoy por la Comisión de Justicia del Congreso de la República y la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc).
También participaron representantes del Ministerio de Justicia, (Dirección de Política Criminal), Ministerio de la Mujer, SENAJU, Ministerio Público y Poder Judicial, UNICEF, DEVIDA, proyectos ‘Tierra de Hombres’ y Defensoría del Pueblo.
PULSO INTERNACIONAL ES SALVAR A LOS JÓVENES NO SOLO PENALIZAR SUS ACCIONES
Es necesario evaluar la tendencia de sobre penalizar el castigo de los delitos juveniles, toda vez que el temor de la ciudadanía por un caso (Gringasho) no puede llevarnos a adoptar medidas legislativas que no solo no van a solucionar sino que podrían recrudecer esta problemática, afirmó la legisladora Marisol Pérez Tello, presidenta de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos.
Flavio Mirella sostuvo que el sector juvenil en el Perú (de 15 a 20 años) está creciendo en un 27% por lo cual las leyes que se dicten en la actualidad tendrá un importante impacto a futuro. El funcionario de Naciones Unidas pidió poner énfasis en los puntos que no funcionan en otros contextos.
De igual forma Federico Tong sostuvo que los tribunales y salas juveniles resultan insuficientes ya que reciben una sobrecarga procesal de menores infractores y propuso trabajar para que no se genere mayor congestión en el procedimiento judicial ya que el 51 % de procesos en Lima, Madre De dios, Huancayo y Tumbes son de estos casos. ”Hay más medidas sancionadoras que educativas”, dijo.
El 2009 la Policía Nacional detuvo a 16 mil 446 adolescentes infractores de los cuales 13 mil 569 fueron denunciados ante el Poder Judicial; esta tendencia se mantiene y tenemos que más de 10 mil adolescentes demandan la inmediata reinserción social.
La legisladora Pérez Tello, dijo que la intención de oír a las instituciones especializadas es lograr políticas públicas y legislación adecuada y acorde con los compromisos internacionales ya que el tema fue tratado también en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde se coincidió en que el impulso internacional es por salvar a los jóvenes no solo penalizar sus acciones.