En setiembre del 2012, la Fiscalía para el Distrito Sur de Nueva York ordenó el congelamiento de 13 cuentas de algunas de las empresas de la familia Sánchez Paredes -por un total de US$ 31 millones- bajo la sospecha de que estaban vinculadas al lavado de activos y al narcotráfico internacional.
Pero al cabo de un año de investigaciones, el juez federal de Nueva York Sur George B. Daniels anunció el archivo momentáneo del caso.
¿QUÉ HABÍA OCURRIDO?
Documentos de la justicia norteamericana, obtenidos por CARETAS, revelan una historia hasta hoy desconocida y apuntan a lo más alto de la Fiscalía de la Nación.
Según las autoridades judiciales de EE.UU. el caso se cerró debido a que el fiscal de la Nación, José Luis Peláez Bardales, no colaboró con el gobierno norteamericano que solicitó hasta en dos oportunidades “asistencia legal” al titular del Ministerio Público, que es la autoridad central y oficial para resolver estos casos.
Peláez debía proporcionar a EE.UU. copias certificadas de la ‘megainvestigación’ a la familia Sánchez Paredes -que dirigió el fiscal Jorge Chávez Cotrina-, de los testimonios acusatorios, y coordinar la concurrencia de testigos, fiscales y policías peruanos a la Corte de Nueva York.
Pero por razones que se desconocen, según los documentos, Peláez derivó las dos solicitudes confidenciales de las autoridades norteamericanas a mesa de partes del Poder Judicial, poniendo en peligro la reserva de la investigación. Los documentos cayeron donde dos jueces que denegaron la “asistencia legal” a EE.UU. por “carecer de jurisdicción”, es decir, porque no les correspondía a ellos resolver sobre el tema, sino a la Fiscalía.
La justicia de Nueva York esperó durante 6 meses la ayuda de Peláez y al no obtenerla se vio obligada a cerrar momentáneamente el caso debido a que carecía de la “evidencia crítica” para procesar por lavado de dinero y tráfico internacional de drogas a los Sánchez Paredes en EE.UU.
“Fue lo más parecido a una conspiración”, se lamentó un abogado al tanto del caso (Artículo publicado en la edición 2321 de Caretas).