AMAZONÍA. Jim Dávila, profesor del I.E. N.º 60129, en la comunidad de Shiriara, Río Nanay, ubicado en la región de Loreto, comentó que cada 15 días, junto con otros docentes, se traslada desde muy tempranas horas de la mañana de la ciudad de Iquitos hasta su centro de trabajo para dictar clases semipresenciales a los alumnos del nivel inicial, primaria y secundaria. Llegar hasta Shiriara es toda una travesía, ya que tienen que acudir hasta el puerto Ninarumi para abordar un peke peke, bote ancestral utilizado por la población loretana, que ellos mismos han tenido que costear y cuyo valor asciende a los 5.000 soles.
“Nosotros vivimos en Iquitos y para llegar al colegio nos trasladamos al puerto Ninarumi, que está a unos cuatro kilómetros. Desde ahí nos vamos en peke peke. Entre todos los maestros hicimos una colaboración para comprarlo y venimos costeando todo lo que esta embarcación demanda: gasolina, mantenimiento del motor, los remos y la vigilancia. El Estado no nos brinda esto”, dijo.
Dávila contó que, la primera vez que llegaron después de tiempo a las aulas, sus alumnos los recibieron con total alegría debido a que ellos están prestos a querer estudiar y salir adelante.
“Los niños se ponen contentos, se sienten bien. A pesar de la situación que se está viviendo, ellos piden la presencia de sus maestros, ellos quieren aprender. Lamentablemente en Iquitos, según las cifras oficiales que nosotros manejamos, hay un 40% de deserción estudiantil, pero no es porque los alumnos no quieran acudir al colegio, sino porque las condiciones económicas no lo permiten. Inclusive, nosotros los profesores pensamos que debe haber un 70 a 75% de estudiantes que han tenido que dejar las clases”, explicó.
Desde inicios de la pandemia hasta el comienzo de clases semipresenciales en estos lugares, la única forma en que los alumnos pudieron aprender era a través del programa Aprendo en casa que se emite por la radio; sin embargo, no todas las familias cuentan con este aparato y los pocos alumnos que se conectaban a la transmisión no lograban comprender las clases como debían.
“Cuando comenzó la semipresencialidad y regresamos a estas comunidades, nos dimos cuenta que nuestros niños no estaban aprendiendo. Comenzamos a repartir fichas, a explicarles paso a paso, ahí lograron ponerse al corriente. Los padres de familia se molestan con nosotros, nos piden que vayamos más días, pero también les explicamos que es riesgoso. Esta enfermedad no se ha terminado, aún hay personas enfermándose”, relató el docente.
En ese sentido, Dávila dio a conocer que un colega del curso de matemáticas, que se trasladaba con él para dictar las clases en la misma escuela donde labora, falleció hace unos días por la COVID-19. Además, aseguró que se han detectado varios casos de docentes infectados con el virus.
“Nosotros como maestros exigimos al Gobierno que la educación de un giro de 360 grados (porque) la selva siempre es la región más olvidada. Aquí todo llega al último. Por eso pedimos (pruebas de) descarte de COVID-19 gratuitas porque nosotros pagamos entre 150 a 180 soles por un análisis”, aseveró.
Al respecto, el Sutep manifestó a este diario que, según la data que manejan, casi 2.000 profesores han fallecido víctimas del Sars-CoV-2, cifra que obtuvieron cuando las familias se acercaron a pedir sus beneficios por la muerte del maestro titular.
Por otro lado, se encuentra Tanith Peña, docente de la Institución Educativa 761, ubicada en la provincia de Maynas, en Loreto, que enseña a un grupo de cinco niños del nivel inicial, quienes desde que retornaron a la semipresencialidad acuden muy felices a su colegio.
Peña demora entre una y tres horas en llegar hasta el centro de estudios donde trabaja y paga 50 soles de ida y vuelta para impartir sus clases a alumnos y alumnas de inicial. También, ante la gran afluencia de las y los menores de primaria, apoya reforzando a este grado una vez a la semana. Al preguntarle por cómo es la convivencia con sus alumnos en el salón de clases, la maestra reveló que ha sido muy difícil para los más pequeños adaptarse a la nueva normalidad en clases, ya que se retiran las mascarillas constantemente, no respetan la distancia social y ella misma tiene que velar por su aseo para evitar el contagio por el nuevo coronavirus.
“Es muy difícil respetar las medidas sanitarias con los más pequeños, se aburren, se quitan las mascarillas, hay que volverlas a colocar. Yo misma tengo que lavarles las manos, recordarles que debemos mantener una distancia prudente, pero a veces es complicado, pues son niños”, indicó la docente.
Minedu debe garantizar medidas de bioseguridad
Respecto a si el Minedu otorgó un presupuesto para los kits de higiene que debe tener toda escuela rural, la profesora Tanith Peña manifestó que se le asignó un presupuesto de 4.000 soles para kits de higiene, útiles escolares, entre otros. En su momento sintió un alivio, pero cuando inició los trámites para acceder al monto se dio cuenta que el sistema burocrático es muy engorroso y que este le quitaba tiempo, el mismo que prefería invertir educando a sus pequeños.
“Me asignaron 4.000 soles para la compra de kits y demás, pero todo el sistema burocrático hizo que prefiera comprar las cosas con mi propio dinero o con donativos. A veces te aprueban fichas y a veces no. Por un voucher o boleta de compra hay que volver a realizar todo el trámite, es muy tedioso. Por ejemplo, yo implementé un lavadero para mis pequeños, con una tina pequeña y agua del río les lavo las manos frecuentemente”, detalló para este medio.
Vacunación para docentes de zonas rurales
Ambos maestros no son ajenos a las noticias y comunicados del Minedu en los que se señala el inicio de la fecha de vacunación para docentes de zonas rurales. Por lo que, tras el anuncio del ministro de Educación en el que indicaba que la inmunización iniciaría el 6 de julio, ellos se mostraron agradecidos por la consideración; sin embargo, precisaron que también se debe vacunar a los padres de familia del alumnado e, inclusive, a sus estudiantes para que el retorno a las aulas sea más seguro.
“Nosotros pedimos que en la vacunación también se priorice a las familias de nuestros alumnos y a nuestros estudiantes. Esta es la única forma de regresar a las clases semipresenciales sin temor a infectarnos de gravedad por el virus”, acotó Dávila.
Regiones en las que se brinda la semipresencialidad: Según el Ministerio de Educación, 2.474 SS. EE. de 11 regiones brindan el servicio educativo semipresencial, de los cuales 1.940 se encuentran habilitados y 534 no lo están.
Cantidad de alumnos y docentes que se encuentran en clases semipresenciales: En los 2.474 centros educativos que se encuentran brindando clases semi presenciales, se cuenta con una población aproximada de 107.821 estudiantes que son acompañados por 7.488 docentes hasta el 24 de junio.
Fuente: La República