Un grupo de vecinos de la avenida Corpac, a los que se les sumaron casi un centenar de alumnos del colegio Los Laureles, todos damnificados por el fuerte temporal del pasado 31 de agosto, denunciaron a las autoridades por no proporcionarles la ayuda necesaria.
Las familias Espinoza, Trujillo y Cruz, cuyos enseres están a la intemperie, advirtieron que ya habían transcurrido siete días desde la fecha del desastre pero que la ayuda prometida por los inspectores de Defensa Civil aún no llegaba a cristalizarse.
Igualmente, los alumnos y docentes del plantel manifestaron que hasta el momento no han recibido absolutamente nada que los ayude a reconstruir los daños del centro educativo. Apenas aparecieron unos funcionarios para “evaluar” los daños, solicitar una serie de documentos y nada más, dijo el director, licenciado Nardomi Ramos Villanueva. Entre tanto, casi un centenar de niños y adolescentes se encuentran recibiendo clases apiñados en las aulas del primer piso.