Para el analista Rubén Vargas el Gobierno está a tiempo de detener el incremento de la minería ilegal que ya se ha observado en Puerto Inca y Monzón (provincias de Puerto Inca y Huamalíes, en Huánuco), y evitar que la región se convierta en una nueva Madre de Dios con el pasar de los años.
“El escenario dantesco que estamos viendo en Madre de Dios es lo que podría estarse incubando en la región Huánuco, en el río Monzón hemos observado a personas ajenas a la zona que están instalando sus equipos en la playa del río para empezar a utilizar el mercurio para extraer el oro”, señaló Vargas en el programa El Diario del Aire que coproduce INFOREGIÓN en Tingo María.
“Aunque no tiene punto de comparación con lo que sucede actualmente en Madre de Dios, estamos todavía en un nivel en que se les puede expulsar, en que se les puede cerrar todas las puertas de acceso de ingreso a esta nueva amenaza que estamos observando”, anotó.
“Hemos visto como (la minería ilegal) está creciendo cada vez con más fuerza en las zonas de Puerto Inca, entonces definitivamente la región Huánuco, la sociedad civil, los medios de comunicación, tienen que estar absolutamente alertas, porque estamos enfrentándonos a un enemigo más poderoso, probablemente más potente y más corrupto que el propio narcotráfico”, alertó.
Asimismo refirió que la competencia para ver este problema es básicamente del Gobierno Regional, “pero solos no lo van a poder enfrentar, para ello necesitan a la Policía Nacional y miembros de la Marina de Guerra; y los medios de comunicación tiene que jugar un rol absolutamente importante, en la medida que las instituciones del Estado –especialmente las que corresponden al Gobierno Regional- son bastante frágiles, o simplemente inexistentes, y los medios de comunicación tienen que alertar y denunciar esta nueva amenaza”, según dijo.
Para Vargas “el problema de la minería ilegal, especialmente de la llamada minería aluvional, es decir, aquella que se practica en las riveras de los ríos, es una pandemia que viene azotando al país desde hace cuatro décadas atrás, igual que el narcotráfico”.
“En el Perú, la economía ilegal que gira en torno a la minería ilegal, especialmente la minería del oro y el narcotráfico, son los dos principales actores que tienen la capacidad de distorsionar la economía peruana, especialmente en el precio del dólar, generan ingentes cantidades de dinero”, manifestó.
Rubén Vargas indicó que, actualmente, se calcula que la minería ilegal del oro estaría moviendo inclusive más dinero que el propio narcotráfico. “Estamos hablando de una pandemia que afecta directamente a nuestro medio ambiente, a los ríos de la Amazonía peruana”, refirió.
EL CASO DE MADRE DE DIOS
Vargas puso como ejemplo que sucede en Madre de Dios, en donde se han contaminado directamente con el mercurio y cianuro más de 30 mil hectáreas de bosques primarios, “directamente por la acción de los mineros ilegales que están sacando toneladas de oro sin pagar impuestos, sin generar canon y con efectos colaterales devastadores”.
“Esta es una economía subterránea que, como el narcotráfico, genera mucha violencia, y distorsiona gravemente la economía”, afirmó.
“El Estado puede enfrentar este problema si actúa contra las tres o cuatro empresas que son las que compran esta producción y con las compañías que venden oro ilegal y lo blanquean en el mercado internacional y si el Gobierno quisiera enfrentar el problema podría intervenirlas directamente”, manifestó.
En opinión del analista, el dinero que proviene de la explotación ilegal de oro, al igual que el dinero sucio del narcotráfico, tiene que entrar a un circuito legal del comercio internacional del oro, y para que eso suceda intervienen compañías transnacionales, todo con la venia de instituciones que, sin duda, tiene que ver con la seguridad.
“La Policía, las Fuerzas Armadas, la Marina de Guerra tiene un papel preponderante en este tema de la minería ilegal porque todos los ríos de la Amazonía están bajo el control de la Marina de Guerra del Perú, que en este caso se convierte en una policía fluvial, entonces su papel es fundamental, preponderante, pero ese papel se reduce también a la interdicción de estas maquinarias, de las dragas, las carrancheras, motobombas”, señaló Vargas.
De igual manera se refirió a las empresas legales que son la “columna vertebral del negocio de la minería ilegal”, señalando que son “básicamente las empresas transnacionales que compran ese oro ilegal y lo convierten en legal, y los proveedores de las maquinarias, y estos dos actores son perfectamente ubicables, porque son compañías legales, lo que falta es esa voluntad política para enfrentarlos, porque esta es una amenaza muchísimo más peligrosa que el narcotráfico, porque literalmente arrasa con la Amazonía”.
“Al igual que el narcotráfico, ese dinero que proviene del oro ilegal ha corrompido niveles importantes de la administración pública y este negocio necesita una cobertura política, y hay sin duda muchos personajes que se convierten en abogados defensores de estas empresas”, opinó.
“Para nadie es un secreto que la Federación de Mineros de Madre de Dios tiene entre sus asesores a varios miembros del actual partido de gobierno, hay un congresista que fue presidente de la Fedemin, y que pertenece a la Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República, es decir, tienen hasta una representación política, parlamentaria, visible, pero a pesar de toda esa economía legal y la destrucción que está originando, son actores con los que el gobierno se sienta a negociar”, refirió.
“Recurrentemente la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio del Ambiente, se sientan a negociar en mesas de diálogo con la Fedemin, y con todos los mineros ilegales que están destruyendo Madre de Dios, la región más rica en biodiversidad del país, entonces tenemos un serio problema de caracterizar bien el tema de la minería ilegal, porque no podemos sentarnos a negociar el cumplimiento de la ley con un grupo de interés que está destruyendo la Amazonía”, sentenció.