El Blgo. Rómulo Loayza comentó sobre la posición del Consejo Regional V Ancash del CBP frente a los recientes DS.016-2020-EM y DS. 017-2020, que “Aprueba Contrato de Licencia para la Exploración y Explotación de Hidrocarburos en el Lote Z-67 y Lote Z-68”, promovido por Perupetro S.A. Así lo hizo en una nueva edición del programa «Biologando» conducido por el Blgo. Sandro Chávez, past Decano Nacional del Colegio de Biólogos del Perú.
Loayza dijo que como biologo no se opone a la llegada de inversiones a las costas ancashinas. En lo que estamos los biologos atentos es a que estas inversiones que vengan a Chimbote, o a cualquier parte del país, sean en el marco de la sostenibilidad, que respenten el ambiente, las condiciones sociales de la comunidad, destacó. En ese sentido, en cuanto a las costas ancashinas recordó la mala experiencia que se vivió en la bahía El Ferrol en la década de los años 50 con un alcalde que quería implementar turismo industrial en la zona.
Loayza refirió que según la FAO, el Perú es el segundo país con mayor extracción pesquera en el mundo, después de China; eso porque el país asiático contabiliza la pesca que hace a nivel mundial como si lo hiciera en sus costas. Agregó que no hay pesca específica más grande de una especie como se hace con la anchoveta en el Perú y que eso se debe a que entre Huarmey y Lambayeque tenemos la plataforma marina más amplia del mundo, entre otros factores. Resaltó que esas cualidades permiten calificar a la zona como ecosistema marino, como un santuario a la producción biológica, de modo particular a la producción ictiológica.
Al respecto, Loayza se pregunta entonces: «¿Qué razón hay para privilegiar la acción petrolera frente a estas condiciones naturales?» Citó que los funcionarios del Minem y Perupetro dicen que los lotes en los que se haría la explotación en Chimbote estarán a 50 millas marinas por lo que no habría peligro de contaminación. Sobre ello alertó: «Problamente sea cierto, pero lo preocupante es si colapsa un pozo, pues no hay tecnología para contener la emanación de crudo a la columna de agua».
Loayza remarcó que en el proceso de una posible instalación de pozos petroleros frente a las costas de Ancash, Perúpetro no solo tienen la obligación de informar, sino resolver las consultas locales sobre el proyecto para evitar que el temor crezca entre la población y que podría llegar a bloqueos de carreteras. Rememoró que hubo un derrame petrolero frente a las costas del Golfo de México hace algunos años que impactó a 1600 km de litoral norteamericano.
Loayza también recordó la experiencia vivida hace algunos años con la explotación petrolera en la localidad piurana de Talara y en los pueblos adyacentes a ella. Al respecto, fue enfático al decir que en el norte del país la actividad petrolera se inició hace más de 100 años estando de espaldas al desarrollo social y cultural de los peruanos; para citar luego el impacto que han causado los derrames de petróleo en varias zonas de la selva nacional.