El desarrollo de la panela en los andes piuranos, que cuenta con certificación orgánica para la exportación, causó la admiración en la alcaldesa de la ciudad colombiana de Quibdó, Zulia Mena García, quien, acompañada del gerente general de Sierra Exportadora, Miguel Cordano, está visitando Piura y Lambayeque para conocer directamente el desarrollo productivo asociativo que impulsa Sierra Exportadora en la zona.
La alcaldesa relató que en el departamento del Chocó, de donde Quibdó es capital, sólo se produce panela o chancaca en bloques y aún sin certificación orgánica, por lo que llevará la experiencia de los productores piuranos como ejemplo.
Como se dio a conocer a Inforegión, la Central Piurana de Cafetaleros (Cepicafe) completará hasta fin de año la exportación al mercado europeo de mil 164 toneladas de panela con un valor de un millón 513 mil dólares. De este modo, aumentarán los ingresos de los 500 productores asociados que tienen en la sierra piurana, debido a la tendencia al crecimiento de la demanda de este producto en el mercado internacional.
La panela piurana se exporta a Canadá y Europa, en especial a Francia, Italia y Alemania, donde su consumo es creciente. Se trata de la conocida chancaca, elaborada bajo estrictas y certificadas condiciones orgánicas en varios distritos andinos piuranos de Ayabaca, Huancabamba y Morropón.
Cepicafé la prepara en forma granulada y la envasa convenientemente en su planta de Piura, para enviarla al exterior vía Paita, a razón de 48 toneladas semanales. Su ventana de producción es el último semestre de cada año.
En Piura, Mena García también visitó la planta procesadora de cafés especiales de la empresa, donde pudo observar el aprovechamiento del cacao blanco piurano, que pudo probar luego. En Sullana, conoció de cerca la experiencia asociativa de 300 productores de banano orgánico de Mallaritos, quienes exportan toda su producción a Alemania.
En el “Foro Regional Sobre el Desarrollo Productivo de la Sierra Piurana”, la colombiana relató que en Chocó lideró la lucha de los pueblos nativos y los de origen africano, mediante la cual consiguieron que la Constitución de su país les reconozca la propiedad de extensas tierras productivas de la región, cuyo usufructo ahora puede ser aprovechado en asociación con la inversión privada, sin cesión de la propiedad.