La deforestación y quema de grandes extensiones de bosques y áreas cultivables en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) son conflictos ambientales que los alcaldes electos deben afrontar en los próximos años, señaló Ernesto Parra, representante de las Naciones Unidas en la zona.
“La degradación de los recursos naturales constituye un daño al ecosistema y al medio ambiente que se da en las cuencas cocaleras como el Vrae. A ello se suma la ausencia de políticas claras sobre reforestación y recuperación de suelos degradados”, alertó en conversación con Diálogo Ciudadano, noticiero de INFOREGION que se transmite desde San Francisco hacia todo el VRAE.
Parra recordó que el escaso rendimiento en la productividad de los cultivos es uno de los indicadores que muestran las consecuencias del impacto ambiental negativo.
“En estadísticas oficiales se ha confirmado el estancamiento y decaimiento en algunos casos, del rendimiento en la productividad de los cultivos, un indicador claro de un conflicto ambiental”, aseveró el especialista.
La propuesta planteada para que las nuevas autoridades electas de las cuencas cocaleras del VRAE y el Huallaga asuman compromisos sobre políticas de solución de conflictos ambientales fue presentada por Naciones Unidas en el “Primer Encuentro Nacional por el Desarrollo y una Cultura de Paz en las Cuencas Cocaleras” realizado en Lima.
“Se habla muy poco de la reforestación y la recuperación de suelos degradados, si seguimos destruyendo y no recuperamos los suelos degradados vamos a tener grandes conflictos ambientales”, explicó.
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