El alcalde distrital de Daniel Alomía Robles, Alan Valdivia Beteta, podría volver a la cárcel en cualquier momento de prosperar las dos denuncias en su contra presentadas por ciudadanos de esa jurisdicción, en las cuales se le imputa la presunta comisión de delitos de malversación de fondos, peculado doloso, negociación incompatible, cohecho activo específico, colusión y asociación ilícita para delinquir en el ejercicio de sus funciones.
La denuncia alcanza a varios de sus funcionarios y hasta a su propio hermano, Yul Valdivia Beteta, de quien no se conoce oficio alguno, pero que en los últimos meses se habría convertido en propietario de grandes inmuebles en la ciudad de Tingo María.
La primera denuncia se circunscribe a la actuación presuntamente irregular e ilegal del burgomaestre en la construcción de un colegio, y la segunda en la sospecha de malos manejos de licitaciones, contrataciones con empresas de propiedad de sus funcionarios, entre otros.
Están comprendidos también en la denuncia los funcionarios Víctor Ramírez Rosales, gerente municipal, la tesorera Clarisa García Díaz, y el gerente de infraestructura Francisco Gonzáles Hidalgo. Alan Valdivia está sujeto a normas de conducta tras su liberación por estar comprendido dentro de la operación ‘Eclipse 2010’.
El caso de su hermano se extiende, incluso, a los temas de enriquecimiento ilícito y lavado de activos, señalándose que a sus 22 años de edad y sin ocupación conocida, tendría un inmueble adquirido en Tingo María, otro en Castillo Grande y habría recibido en Supte un terreno en el cual construye un hotel. También se señala la adquisición de una camioneta Station Wagon.
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