Manuel Gambini, alcalde distrital de Irazola, provincia de Padre Abad, región Ucayali, lamentó profundamente el asesinato de seis integrantes de una familia, entre ellas tres menores de edad, ocurrido en su jurisdicción, en el sector de Alto Shiringal, acusados de haber erradicado voluntariamente sus cultivos de coca y haberse acogido al Programa de Desarrollo Alternativo, PDA, para incursionar en una economía lícita.
Agregó que como autoridad del lugar está apoyando con cajas para el sepelio. “Esta familia asesinada era evangélica, creyente de la palabra de Dios y que ya no se metían en cultivos ilícitos”. Esta familia se dedicaba al sembrío de arroz, maíz y cacao en sus aproximadamente dos hectáreas de tierras de cultivo.
Según Gambini, al parecer se ensañaron con la familia porque delataron que sus vecinos tenían cultivos de coca. Sin embargo, dijo que nunca antes se había visto asesinatos de familias completas.
El burgomaestre pidió que el Gobierno trabaje más de cerca con ellos para concienciar a la gente a dejar los cultivos de coca. “Muchos de ellos han vivido con este cultivo mucho tiempo y al perderlo se desesperan”, aclaró, por eso refirió que se debe poner énfasis a los cultivos alternativos.
Trabas en cultivos alternativos
Gambini contó que los gobiernos locales de la zona están listos para participar con el Gobierno “y ya tenemos identificados plantaciones líderes en la provincia, como el cacao y palma aceitera que están dando resultados”.
Sin embargo, el burgomaestre detalló que los agricultores que quieren dejar los cultivos de coca afrontan serios problemas. “Al querer sembrar la palma aceitera, el ex cocalero no tiene título de propiedad, no hay banco, ni carretera, ni escuelas, entonces la desesperación hace que ellos vayan más al fondo y siembren la coca”, aseveró.
Finalmente, pidió “que el Gobierno ponga los ojos y mire a las zonas cocaleras, que lleve un desarrollo mucho más participativo. Nosotros los gobiernos locales estamos dispuestos a participar como gobierno para mejorar las condiciones de vida de los hombres del campo y su familia y pronto ellos cambiarán a los cultivos lícitos”, recalcó