Los pobladores de los pueblos asentados en el valle de los ríos Apurimac y Ene (VRAE) se encuentran sumamente preocupados ante el crecimiento del caudal de ambas fuentes de agua, y el incremento de las lluvias en la región.
Ninguno olvida que en épocas pasadas, la zona fue tremendamente afectada por los desbordes, que arrasaron con muchas viviendas y animales de crianza, y sobre todo con las tierras de cultivos y ganado. Igualmente, las carreteras lucen aún más deterioradas, lo que está dificultando el transporte de carga y pasajeros hacia la ciudad de Huamanga, principalmente. Urge que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones tome acción en esta zona.
Como resultado de estos problemas, los productos de primera necesidad, como el aceite, las harinas y fideos, el azúcar, y el kerosene, han incrementado sus precios, generando malestar y desbalance en las precarias economías de la zona. Igualmente se teme un alta en el costo del pasaje.