Con el fin de descartar cualquier acto de supuesta irregularidad en la institución policial, el presidente Alan García pidió al ministro del Interior, Remigio Hernani, y al director de la Policía investigar el presunto mal uso de gasolina asignada a la Policía Nacional, lo cual fue denunciado por el congresista aprista Edgar Núñez.
En ese sentido, García pidió investigar la denuncia de Núñez, presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, quien señaló que mensualmente se entregan 100 mil galones de gasolina a la institución policial, pero la mayoría de patrulleros no cumplen con la labor de resguardar la seguridad ciudadana.
“Es posible que se haya producido, o tal vez no sea cierto, pero me tiene que hacer una investigación el director nacional de la Policía y el ministro del Interior», expresó el primer mandatario a la prensa y agregó que el Gobierno “ni está comprometido, ni quiere ocultar alguna irregularidad» que pueda existir.
Por otro lado, García recordó que en el caso de la gasolina hubo un tema de abuso fomentado antes del gobierno de Valentín Paniagua para no aumentar sueldos o gastos de bienestar. “Se enviaba gasolina, y algunos pudieron quedarse con parte de los recursos. En todo caso, era un mal procedimiento presupuestal», refirió.
El mandatario evitó descartar que en la actualidad se presente «un gasolinazo» porque en anteriores oportunidades se cometieron «abusos» con los bienes del Estado. Así, mencionó el caso de la radio estatal Unión, que era administrada por el Ejército Peruano y sin que nadie autorizara su venta se convirtió en una radio privada. Por ello, indicó que pidió al procurador y a la Fiscalía que investiguen este caso.
Finalmente, el presidente García descartó que el Gobierno lleve a cabo «una persecución» contra algunos dirigentes de la izquierda política investigados por presunta vinculación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que quizá quienes se relacionen con grupos armados e insurgentes tengan temor.
Añadió que existe una preocupación porque en una computadora incautada a las FARC podrían haber aparecido vinculaciones con sectores políticos peruanos. «Todavía existe mucha gente que cree en la revolución armada, en la insurgencia popular, pero no los dejamos. El sistema democrático no es manco, se defiende. Pero no perdemos el tiempo en perseguir a las personas», finalizó.